Con el cierre del local de la Asociación de Veteranos, el Valencia se queda con tres valores que explotar entre la plaza de la Afición y la calle Micer Mascó. En el mismo edificio de la sede del club, el Valencia dispone también del bajo donde funcionaba hasta hace poco una de sus tiendas oficiales, cerrada junto a las otras seis. A cambio, el club abrirá su gran comercio en la plaza del Ayuntamiento, al que espera sacarle más rendimiento. Pero hay otro activo al que pocos han prestado atención. Se trata del garaje del que dispone en su «cuartel general». Un amplio aparcamiento de tres plantas, habilitado aproximadamente para unas 60 o 70 plazas, y que ahora está destinado a los empleados y visitantes. El garaje está perfectamente equipado desde que se rehabilitó toda la finca comprada por Pedro Cortés cuando Paco Roig aún era máximo accionistadurante la gestión de Manuel Llorente. Un lujo en una zona donde la demanda de espacios para aparcar es muy alta. Se están pagando cerca de 100 euros mensuales por un espacio de «parking» en el barrio. El club podría obtener un buen dinero por su explotación. j. m. bort valencia