Vive el Raspall un momento curiosamente contradictorio. Hay mucha animación en los trinquetes, con anuncio de partidas regulares en más recintos que nunca y con más extensión geográfica que nunca. Y sin embargo, a nivel interno se ha producido una verdadera guerra que ha estado a punto de llevarse por delante el Individual de la especialidad. La tensión llegó a tal extremo la pasada semana que la Federació de Pilota hubo de cortar por lo sano y anunciar el aplazamiento de la competición «hasta que hubiera un clima de consenso y sincera colaboración entre trinqueters, empresas y jugadores». La FPV no dudó en airear algunas expresiones de jugadores insinuando que acudirían a la competición sin ánimo de competir. Horas después del anuncio de suspensión, el club Pilota a Mà emitía un comunicado criticando las formas federativas pero en el que mostraba su disposición a llegar a un acuerdo que permitiese participar a sus jugadores.

Las aguas se han calmado y se ha llegado a un acuerdo definitivo. Participan los mismos quince jugadores que había seleccionado el organismo federativo, así como los mismos trinquetes. El torneo comenzará el próximo lunes en el Trinquet de Villanueva de Castelló y finalizará el día 3 de enero en el trinquet de Bellreguard. Se presentará oficialmente el próximo miércoles en el salón de la mezquita de la Conselleria de Educación y Cultura, con todos los honores, pues se trata del Trofeo President de la Generalitat.

Una crisis profunda

La creación de A Mà Pilota, con el impulso del campeonísimo Waldo y el apoyo de algunos empresarios ha supuesto una verdadera conmoción en el mundo profesional de la especialidad. Consiguió el compromiso inicial de la mayoría de primeras figuras al ponerse bajo su paraguas y delegar la agenda de sus partidas. Esto suponía un ataque a la línea de flotación de otros «trinqueters» clásicos como Emilio Peris, hombre fuerte del «raspall» durante decenas de años así como a Balduino de Simat, que ofrece carteles profesionales en La Llosa de Ranes. Ellos y otros trinqueters se negaron a aceptar las condiciones impuestas por la dirección de A Mà Pilota que consideraban inviables. El club A Mà Pilota gestiona los trinquetes de Benigànim y Castelló de Rugat aunque cede jugadores a quienes se lo soliciten. Piles es un trinquet que contrata a sus jugadores. La guerra estaba servida y se ha extendido a los propios jugadores. Este acuerdo ofrece esperanza.