El centrocampista del Chelsea Cesc Fàbregas ha confesado que le "jode" que duden de su "compromiso" con la selección después de tantos años de convocatorias y que le da "un pelín de rabia" que se haya creado esta duda en relación a las declaraciones de Sergio Ramos antes de la convocatoria para los partidos de Bielorrusia y Alemania.

"Me jode que duden de mi compromiso, claro que jode. Estoy muy tranquilo, pero llevo muchos años viniendo, algunas convocatorias entrenando y sin jugar. Un pelín de rabia sí que da. No quiero que este sea el titular, ni mucho menos. Lo que quiero es volver cuanto antes y estar bien. Para estar ahí y jugar mal, prefiero ser sincero conmigo mismo y con el seleccionador", aclaró Fábregas en una entrevista concedida este martes a 'El Partido de las 12' de la Cadena COPE que recoge Europa Press.

El internacional aclaró que se sintió "aludido" por las palabras de su compañero Sergio Ramos. "No hablo a la prensa de eso. Ya le dije a Sergio lo que pensaba. Hablamos por teléfono y ya creo que está todo bien", manifestó.

"Lo único que le dije es que jugábamos juntos en la Sub-21 desde los 17 años y que íbamos a la misma habitación. No hacía falta que enviara mensajes a la prensa. Me puede llamar por teléfono y me lo puede decir a la cara. Pero ya está todo aclarado y lo que hay que hacer es hablar y ya está", declaró el catalán.

El medio explicó que "desde dentro" de la 'Roja', lo han vivido con "normalidad". "Por mí parte, todo ha sido la cosa más normal del mundo. A partir de ahí se ha montado una cosa que no he acabado de entender. Espero volver muy pronto a la selección", atestiguó.

El partido en que se produjo su lesión fue el día frente al Maribor en la jornada de Liga de Campeones y el centrocampista explicó que no se sentía "muy a gusto". "Lo hablé con el míster y hablamos de jugar ante el Liverpool y le dije que sí quería jugar. Fue una decisión entre los dos y arriesgué", expuso Cesc.

"Jugamos el sábado y el domingo me hice una resonancia. Tenía una tendinitis en el mismo sitio que Modric, pero detrás. Los médicos dijeron que en 72 horas me tenían que valorar otra vez. Obviamente había mejorado por los antiinflamantorios, pero mis sensaciones no eran las de poder jugar el sábado ni las de poder entrenar", continuó, asegurando que habló con Vicente del Bosque y que "todo fue fácil porque es una persona que sabe de fútbol".

En este sentido, el de Arenys dijo que le "llegaron" las declaraciones del salmantino sobre la posibilidad de que los que no estuviesen perdiesen el puesto. "Espero seguir jugando a ese nivel y si juego así estaré tranquilo. Si no juego así, igual me preocupo un poco", puntualizó.

"Al míster le tengo una estima increíble. A lo mejor, sí era un toque de atención, no lo sé. Además tiene razón, hay jóvenes que están jugando fuerte y siempre he notado que he tenido que dar el cien por cien para ganarme el sitio, tanto en el Barça, el Arsenal y la selección", matizó.

Costa está "en el mismo saco"

El catalán también cree que Diego Costa está "en el mismo saco", pero defendió al hispano-brasileño. "Es un chico que quiere hacerlo muy bien con la selección. Lo tiene entre ceja y ceja y te lo digo yo porque estoy con él cada día", sostuvo.

"Sé sus ganas. Tras el partido de Luxemburgo se hizo daño y no pudo jugar durante tres semanas. Volvió poco a poco y lo más sensato es que descansara. Fue lo más sensato por parte del seleccionador y del Chelsea", agregó al respecto.

Del mismo modo, el exazulgrana fue tajante sobre si habrían recibido presiones de José Mourinho. "Nunca, nunca y nunca, lo puedo jurar", aseveró. "Llevo tres concentraciones y nunca lo ha hecho. Azpilicueta y Diego siempre han estado encantados de venir", advirtió, recalcando que el portugués "intentó defender lo suyo, a sus jugadores y al Chelsea" cuando habló de las aptitudes como médico de Ramos.

Por otro lado, Cesc se mostró feliz por su buen momento. "Estoy jugando a un fútbol con el que me siento muy a gusto, me siento libre. Estoy jugando en la posición que a mí me gusta, siento que estoy haciendo el mejor fútbol de mi carrera", confesó.

"Me siento libre pero no a la hora de hacer lo que yo quiera. Tengo más responsabilidades que nunca jugando en el doble pivote y no es una como en la media punta o el 'mítico' falso 9. Es más posicional, al míster no le gusta tanto que suba al ataque. Pero estoy tocando muchas pelotas por partido. Lo echaba de menos y los compañeros confían mucho en mí. Es una sensación bonita. Es una de las cosas que más echaba de menos, sentirme importante", concluyó.