Atlético Nacional y River Plate definirán el título de la decimotercera edición de la Copa Sudamericana en una final que ya se les resistió y que resultará doblemente frustrante para el equipo que salga perdedor en el partido de vuelta, el 10 de diciembre.

Atlético Nacional vuelve a una final de la Sudamericana doce años después y otro equipo argentino se le atraviesa en el camino.

En 2002, año de la primera edición, el equipo de Medellín perdió el título ante el San Lorenzo al empatar sin goles en la ida y caer estrepitosamente en su casa por 0-4.

El River Plate perdió ante el Cienciano la final de la segunda edición, en 2003, pues cayó en territorio peruano por 1-0 y cedió en casa un 3-3 en la vuelta.

La victoria de River Plate hoy en su estadio por 1-0 una semana después de haber empatado 0-0 en La Bombonera privó a Boca Juniors de optar por el tercer título del torneo, pues ya había ganado las ediciones consecutivas del 2004 y el 2005.

No obstante, el xeneize continúa siendo en la Sudamericana el único club con la condición de bicampeón.

El Atlético Nacional avanzó el miércoles pese a caer en tiempo reglamentario por 1-0 en el estadio Morumbí, resultado que extendió la decisión a una tanda de penaltis en la que nada pudo hacer el encopetado Sao Paulo, que sucumbió por 1-4.

Así se despidió el campeón de la versión 2012 de la Copa Sudamericana.

Juan Carlos Osorio, entrenador del equipo colombiano, admitió abiertamente que prefería al River Plate como adversario en la final porque sus hombres "juegan al fútbol y salen a presionar".

Su colega argentino Marcelo Gallardo quizá también estará satisfecho con la suerte que le espera, primero en Medellín y luego en Buenos Aires.