El tenis requiere de más tiempo que dinero

Es tan hispano convertir a los héroes en villanos, que la velocidad en materia deportiva rompe la barrera del sonido. Pasó con Fernando Alonso, que subió la audiencia de la Fórmula 1 cuando empezó a tomar curvas imposibles con su Renault, y que su ocaso, McLaren mediante, ha dado con la enigmática renuncia de Antonio Lobato a seguir narrando las carreras. Nunca hay paciencia, y menos con los triunfadores. Nadal es un gran tenista, llegó muy pronto a la cima, pero conservar el número uno precisa de mucho trabajo. Las lesiones primero y su inestable joventud han hecho que el mallorquín se descentre, pero la competición no permite despistes. Será difícil que recupere el trono este año, pues la competencia es extrema (Djokovic, Murray, Berdych€), pero cuando menos sea la exigencia puede regresar a su poderío juego. Lo mismo que David Ferrer, un jugador excepcional, competitivo como el que más, aunque demasiado irregular para la larga temporada tenística. Recuerden a Juan Carlos Ferrero, un número uno del mundo fugaz por no saber cuidarse como sus rivales. El problema del tenis español no tener una capitana en Davis (Gala León), es querer ganar mucho dinero en poco tiempo.

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