Las preocupaciones del Villarreal no se limitaron al encuentro de vuelta de cuartos de final contra el Getafe. En el vuelo de regreso, y con el pase a las semifinales a buen recaudo, la expedición del submarino se llevó un susto enorme cuando el comandante del avión desde el que regresaban a Castelló desde Madrid tuvo que abortar en el último momento el aterrizaje en el aeropuerto castellonense por las fuertes rachas de viento en la zona, que superaban los 100 kilómetros por hora.

La situación provocó un clima de nervios en la expedición, con momentos de tensión, ya que el avión rectificó su rumbo cuando estaba muy próximo a tomar tierra. De ese modo, el Villarreal acabó aterrizando en el aeropuerto de Manises pasadas la 1.30 horas de la madrugada. El cambio de planes alteró la previsión de la expedición. Algunos jugadores del Villarreal no se resistieron a comentar la peripecia por las redes sociales. El ruso Denis Cherysev, uno de los jugadores más en forma de los amarillos, fue muy tajante en las redes sociales: «Creo que no he pasado más miedo en la vida en un avión! Aterrizamos en Valencia y no en Castellón. Gracias por traernos a casa», indicó el extremo. El futbolista cedido por el Real Madrid interactuó con los usuarios que querían conocer más detalles: «Estaba previsto aterrizar en Castellón, pero no se ha podido... no sabéis cómo se movía esto», añadió en un siguiente tuit.

Uno de los que peor trago pasó fue Moi Gómez, al que ya le infunde respeto subir al avión y, por ese motivo, suele viajar en la misma cabina. Este era el segundo vuelo que se operaba desde el aeropuerto de Castelló y ambos eran en viajes contratados por el conjunto de La Plana. En su día el grupo ecologista Gecen cuestionó la orientación de la pista de aterrizaje por las rachas de viento, pero se cumple con la normativa.