El Valencia Basket volvió a ganar. Era lo que tocaba y lo consiguió. Fue una victoria trabajada, un partido complejo que se sacó adelante y que le permite mantenerse en la pomada de la clasificación. El equipo de Carles Duran encontró al contrario que en otros choques, la aportación del juego interior con protagonismo para Loncar, Dubljevic y Aguilar. Buena prueba de ello es que el conjunto «taronja» sólo pudo anotar cinco triples en el partido y pese a ello supo sacar adelante el reto.

La alegría final del choque en la expedición valenciana, encabezada por el propietario Juan Roig, era grande. No es para menos. El impulso y la dinámica hacia la victoria se ha dado y ahora va a tocar seguir remando pero con el respaldo victorioso a la espalda. El Valencia Basket tuvo de nuevo ráfagas de juego más o menos brillante, pero supo adaptarse a la situación del partido en cada momento, cometió menos errores que el rival, además de sacar la calidad cuando tocaba, para al final superar a un correoso Movistar Estudiantes que se desquició.

Sabedor de la importancia del choque el Valencia Basket salió metido en el partido y prueba de ello es que el conjunto taronja arrancó con un parcial de 0-7 que obligó al técnico local a parar el partido cuando apenas se llevaba un minuto del mismo. El tiempo muerto local dio un nuevo giro al partido con la participación de Simpson que consiguió nueve puntos en el primer cuarto siendo superior a Dubljevic y Loncar. Los de Carles Duran estuvieron mejor en la parcela ofensiva que defensiva y con un inspirado Aguilar, que consiguió dos triples, y el propio Dubljevic, nunca dejó de llevar la delantera en el marcador para al final de los primeros diez minutos dominar por cuatro puntos (20-24).

El segundo cuarto mejoró al conjunto taronja que con una mejora en el apartado defensivo dificultó las opciones de ataque de los estudiantiles para de nuevo cobrar la máxima renta en todo el partido tras una acción de Lucic (30-39).

Con un Loncar acertado de cara al aro contrario y un Estudiantes con dudas, el choque parecía encaminado a superar esa renta de nueve puntos.S in embargo los de Carles Duran cometieron errores hasta entonces inexistentes como pérdidas de balón y un ligero bajón defensivo que al final le hicieron encajar un parcial de 5-0 antes del descanso donde se llegó una ventaja que dio la sensación que podía haber sido mayor para los valencianos (35-39).

En la segunda parte dos parciales de 10-0 para los locales complicaron el partido (50-43) a un Valencia Basket que era víctima de su errores. El capitán Rafa Martínez con un triple en la bocina del tercer cuarto propinó el espaldarazo para que el equipo volviera creer y vaya si lo hizo. En los últimos diez minutos ya no se le dio opción al Estudiantes. Pese a que las rentas llegaron a ser de solo tres puntos, el equipo de Carles Duran tuvo el aplomo y la sangre fría de no perder la compostura, hecho que sí hizo su rival y que al final les costó el partido.