Su hijo resultó malparado al sufrir una herida profunda en la rodilla, que dejó al descubierto tejido tendinoso, aunque existen versiones contradictorias sobre como se la produjo. Lo que es evidente es que la herida se produjo con un hierro del sistema de drenaje o con la valla de delimitación del campo tras un intercambio de golpes con otro futbolista. La denuncia fue interpuesta en la comisaría de Marítim tras el encuentro, en la que se relatan los hechos según la versión de la madre del jugador y de varios testigos. El Malvarrosa, mientras, presentó ayer ante la Fundación Deportiva Municipal una carta de arrepentimiento del chaval que participó en la refriega, pero argumenta que los golpes y puñetazos se produjeron en los dos bandos, «algo que no se volverá a producir en nuestro campo», aseguraron.

El encuentro Malvarrosa-Torre Levante de categoría juvenil fue suspendido en el descanso. El equipo de Orriols se negó a salir a jugar la segunda parte y pidió la presencia de la Policía. Al parecer, según testigos presenciales, «el partido se fue endureciendo con el paso de los minutos, hasta que al borde del descanso se produjeron entradas muy violentas por parte de algunos jugadores», lo que llevó al árbitro a pitar el descanso antes de tiempo. El futbolista herido necesitó atención hospitalaria. El árbitro sólo reflejó en el acto que hubo un puñetazo.