Pablo Aguilar, ala-pívot del Valencia Basket, reconoció que se asustó muchos tras golpear fortuitamente a su compañero Luke Harangody al caer después de hacer un mate en el encuentro ante el CAI Zaragoza el pasado domingo. «La verdad es que me asusté mucho. Cuando noté el golpe después del mate oí un ruido muy feo y mientras caía me dio tiempo a pensar, 'a quien le haya dado, lo he matado'», recordó.

«Después, cuando me di cuenta que era Luke y que estaba sangrado me acerqué corriendo a ver cómo estaba. La verdad es que me sentí muy mal. Siempre te sientes así cuando pasan estas cosas, pero si es un compañero más aún», añadió. El golpe fue tan duro que Harangody necesitó varios puntos en las dos brechas que se hizo y también el codo de un Aguilar que tuvo que irse al banquillo unos minutos. «Al principio me dolía mucho el brazo y no sentía los dedos, pero luego se me fue pasando», explicó.

Con la derrota, el Valencia Basket firmó la tercera peor defensa de su historia como local en la Liga ante el CAI (106-109). De los cerca de 480 encuentros que ha disputado en casa en la ACB, solo en dos su rival consiguió más puntos.