«Vi un cachorrito abandonado mientras estaba entrenando, paré la bici, lo recogí y lo llevé conmigo, con un brazo en el manillar y otro con el perro. Tras darle una de las dos barritas energéticas que llevaba, fui hasta una tienda cercana que conozco para que me lo cuidaran hasta que acabara de entrenar, y volví para llevármelo a casa», relata Anna Sanchis, la ciclista referencia en el pelotón femenino español, que salvó la vida a un perrito mientras entrenaba en las afueras del municipio murciano de Alcantarilla, en un acto que ya se ha convertido en un fenómeno viral y que la ha convertido en la nueva heroina del deporte y de todos aquellos que defienden la dignidad de los animales domésticos en contra de su maltrato.

Anna lo publicó en su perfil de Facebook y en un visto y no visto superó los mil «me gusta». Su mensaje llevaba incluido un palo al responsable del desamparo: «Ir entrenando, encontrarse a este cachorrito y seguir con él en brazos más de diez kilómetros. Ahora busco una casa para él y al que lo haya abandonado, ojalá le hagan lo mismo cuando sea viejo», reza el texto de la valenciana que acompaña a su «selfie» junto a «Pancho», pues ya le ha puesto nombre -por su parecido con el famoso perro de los anuncios de la primitiva- mientras sigue buscando un hogar para él.

Los hechos ocurrieron el pasado jueves y Anna tenía que viajar a Italia en la mañana del viernes, por lo que tuvo que actuar rápido para encontrar un lugar en el que «Pancho» pudiera pasar el fin de semana hasta que ella regresara: «No podía meterlo en casa porque ya tengo cuatro perros y no sé los demás lo aceptarían. Está en casa de un amigo hasta el lunes». No tuvo empacho en jugarse la integridad física. Su dominio de la bici puso el resto. «Eso sí, me dejó los brazos doloridos. Hasta me vio la Guardia Civil y no me dijeron nada».

Antes de viajar a Cittiglio para afrontar este domingo su segunda carrera de la temporada, tras debutar la semana pasada en Cholet -en la que su trabajo fue clave para que su compañera de equipo Audrey Cordon acabara logrando la victoria- se apresuró a llevar a «Pancho» al veterinario que le confirmó que el cachorro tenía alrededor de cinco meses y que su tamaño era «pequeñín».

Y no es la primera vez

«Si veo un animal sólo por ahí, tengo que recogerlo», asegura Anna, y es que no es la primera vez que ayuda a mejorar la vida de un animal. «Hace tiempo, mientras entrenaba en el puerto de Beniganim, encontré un pollito, lo recogí y lo llevé a casa de mi abuela que tiene gallinas». El año pasado fue la heroína de un «gatito» que encontró en la carretera que une Alzira con Algemesí al separarse del grupo de entrenamiento para acercarlo a una clínica veterinaria de este municipio: «Tenía la mandíbula rota y pagué su operación. Lo llevé a casa y con la ayuda de la protectora de Xàtiva le encontré una familia».

Anna colabora habitualmente con esta protectora y de ahí surgió su relación con la perra que tiene actualmente: «Me contaron que era una mamá con diez cachorros. Entre ellos y yo, logramos encontrar acomodo a todos los perritos, pero la mamá se quedó conmigo porque había pasado ya un tiempo en mi casa. Es buenísima».

Puesta a punto para verano

En este inicio de temporada, la ciclista del Wiggle Honda Pro Cycling tratará de ponerse a punto para llegar en el pico de forma a los meses de junio y julio, en los que disputará la «Emakumeen Bira» en el País Vasco, el Campeonato de España y el «Giro Rosa» de Italia. Todo orientado hacia el objetivo que espera en el futuro a medio plazo: regresar a la prueba en línea de los Juegos Olímpicos, tal como hizo en Pekín-2008.