Las camisetas con el número 5 del eterno capitán del baloncesto en la ciudad de Valladolid, Lalo García, proliferaron ayer con emoción en el transcurso del homenaje rendido por la afición y el club de su vida, que convirtieron este número en un icono del pabellón Pisuerga. Cada aficionado que accedió al recinto deportivo que acogió las mejores gestas de Lalo García respiró un ambiente de recuerdo, plasmado en detalles como la presencia en el centro de la cancha de la camiseta retirada por el club en 2004, en reconocimiento a la trayectoria del capitán, hallado muerto el pasado martes tras permanecer desaparecido desde el 4 de marzo.

También los jugadores del MyWigo Valladolid, que ayer se enfrentaban al Força Lleida, vistieron las camisetas con el número 5 y el nombre de Lalo en la ronda de calentamiento previa al partido, que arrancaba con un minuto de silencio y las banderas a media asta.

El club quiso celebrar un acto sencillo pero cargado de emoción en homenaje al capitán, a ese jugador que jamás abandonó el equipo de su ciudad, a pesar de contar con suculentas ofertas, y que lo dio todo en cada partido, protagonizado por familiares y amigos de Lalo García y la plantilla del Mywigo Valladolid. Los más cercanos al exjugador, comandados por su hijo Álvaro, recogieron su camiseta del centro de la pista y la volvieron a colocar en el lugar que merece, en lo más alto del pabellón, ante el aplauso y la entrega de los 2.000 aficionados que ayer se dieron cita en el pabellón Pisuerga.