Los y las atletas etíopes entrenan a diario con la máxima intensidad, sueñan con convertirse en los nuevos plusmarquistas mundiales, y en no pocas ocasiones lo consiguen, pero sus medios, empezando por sus zapatillas y material deportivo, hasta las instalaciones en las que se ejercitan y compiten, son extremadamente deficientes. Necesitan material deportivo, ayudas que no llegan e inversiones públicas inexistentes, así como tratamientos adecuados para prevenir lesiones. Unos objetivos que, al menos en parte, se propone ayudar a resolver la iniciativa «Runners for Ethiopia» cuya primera edición tendrá lugar el próximo mes de junio.

El fisioterapeuta alcoyano Jordi Reig y el preparador físico catalán afincado en Valencia, Raúl Campeny, comprobaron con sus propios ojos las deficiencias de estos campeones y campeonas en 2013, cuando fueron a ayudar a Jesús Calleja en uno de sus famosos retos televisivos, que consistía en correr el maratón de Awassa, a 1.700 metros de altitud y que es una cita ineludible para atletas del nivel de los Bekele, Dibaba... Ahora, dos años después, y tras haber vuelto en 2014 junto a la fisioterapeuta de Sant Vicent del Raspeig, Ángeles Santos, van a regresar al país africano, pero en esta ocasión no lo harán solos. De momento, y cuando aún siguen abiertas las inscripciones, se han apuntado ya más de 30 personas entre atletas y fisioterapeutas para este reto en el que se van a poder llevar al país africano, al menos, 600 kilogramos de material deportivo y donde ser harán también cursos de formación para fisios y sesiones de terapia.

«Animamos sobre todo a los los corredores a venir, el viaje está montado para ellos. Vamos a combinar solidaridad, deporte y turismo, además correr en compañía de algunos de los mejores atletas del mundo es una experiencia única», asevera Jordi Reig que se va a embarcar en su segundo proyecto más importante de este año, sí porque el primero vio la luz este sábado cuando nacía su primer hijo, Nicolás.

Él recuerda cómo fueron recibidos en 2014 y dé que forma los atletas a tratar, pasaron de 30, a 50, 100... hasta que tuvieron que limitar el acceso. «Ver a la gente, niños y todo, entrenando hasta descalzos, o con zapatillas que apuran hasta el final, destrozadas, a las que les ponen parches y las cosen, te hace plantearte muchas cosas», reconoce Reig, el cual durante la primera visita en 2013 tuvo la oportunidad de tratar al mítico Haile Gebrselassie.

Él y sus dos compañeros se preguntaron que si tres personas habían conseguido llevar 70 pares de zapatos, ¿cuánto más podríamos conseguir muchos más?» y de ahí surgió la idea del viaje que este año empieza y que se pretende continuar por mucho tiempo: «Ya hay personas interesadas para las próximas ediciones, esperamos aumentar el material enviado y también conseguir que la gente tome conciencia», asevera Reig.

La aventura de este año arrancará el 25 de junio y se prolongará hasta el 4 de julio. Días días en los cuales, además de competir en la XXXI edición del maratón de Awasa, conocerán las instalaciones de la conocida como «la ciudad de los campeones», que no es otra que Bekoji, situada a 2.800 metros de altura, donde se forman los futuros campeones y donde salieron los hermanos Bekele, las hermanas Dibaba, Derartu Tulu, Fatuma Roba... El secreto, además de la citada altura, y su gran capacidad de esfuerzo, parece ser la «tremenda disciplina» que les inculcan. «Verlos entrenar es un espectáculo», asegura Reig. Los integrantes de Runners for Ethiopia lo podrán comprobar de primera mano. Allí, en la única nación africana que no fue colonizada, vivirán una experiencia única, conocerán a algunos de los deportistas con mayor proyección del mundo y podrán ayudarles donándoles sus zapatillas.