«Se dejó de correr gratis en el año 2007 y nosotros hemos aguantado hasta ahora. Y es sólo un euro. No teníamos más remedio». La Volta a Peu a València volverá a alfombrar la Alameda, en una de las imágenes más valoradas para demostrar el poder de convocatoria de la carrera a pie en la ciudad de Valencia. La carrera estuvo a punto de desaparecer hace un par de semanas, pero, entre todos, se ha salvado y, con ella, sus características que la hacen única. Entre ellas, la de ser prácticamente gratuita. Hasta hace un par de años no había que pagar nada. Eso ya no existe en el calendario atlético. La que menos „las San Silvestre y alguna rareza, como la Volta a Peu a Xirivella„ incluye una aportación solidaria y las que más, una cantidad de dinero para poder sufragar la organización de las mismas, que normalmente son de cinco euros en adelante.

Este año, por la Volta a Peu se paga un euro solidario para la Fundación Maides y otro para completar el presupuesto de 90.000 euros que tiene la prueba. «Es un esfuerzo pequeño para lo que se paga por ahí y ahora está plenamente justificado. El tiempo en el que Bancaja daba más de sesenta mil euros ha pasado a la historia», reconocía el gerente de la Sociedad Deportiva Correcaminos, Alfredo Ibarra. Y el concejal de deportes, Cristóbal Grau, se felicitaba de que «un problema como éste se haya solucionado a través de la sociedad civil, buscando las propias soluciones, sin pasar por las administraciones públicas». Dicho de otra forma, que no tengan que ser las exhaustas instituciones las que corran con el gasto.

Bankia ha sido sustituida por Caixa Popular. «Que desapareciera era una posibilidad real nos dijimos, "Ostis, esto no puede ser". No podíamos permitirlo. Hicimos números y lo hemos asumido», aseguraba Francisco Alós, del departamento de marketing de la entidad financiera. También aporta dinero la Fundación Bancaja, así como la Fundación Trinidad Alfonso, que siempre acude al rescate. El apoyo institucional, la aseguradora Mapfre y, finalmente, el euro del atleta.

Las inscripciones empezaron ayer en El Corte Inglés, que en sus plantas de deportes se encarga de la engorrosa tarea de inscribir e ir recogiendo los dos euros de inscripción. Levante-EMV es el diario oficial y Coca Cola refrigerará al corredor en la meta.

Porque ya no se atan las zapatillas con longanizas, la participación es más comedida. Y aunque quedan apenas diez días, la previsión es de que participan quince mil corredores. Cuando la negociación era de oficio y en marzo ya se abría la inscripción, se llegaron a contabilizar casi cuarenta mil corredores «pero nos hemos tenido que amoldar a los nuevos tiempos». Una cifra de participantes que no era a ojímetro, sino «contando las camisetas que encargábamos y las que devolvíamos a Bancaja. La cifra era lo más parecida a la realidad».

Para correr sin prisas

¿Qué tiene la Volta a Peu que dobla o triplica la participación de las otras pujantes carreras cortas que se celebran en la ciudad? Elena Tejedor, de la Fundación Trinidad Alfonso, apunta a la experiencia propia. «En una carrera del circuito de Valencia, aunque corramos seis mil, prácticamente todos vamos a competir, a mejorar tiempo. La Volta a Peu tiene también mucho de fiesta. No hay tanta prisa ni tanta obsesión por la marca. Es verdad que muchos corren, como siempre, dándolo todo, pero también hay miles que corren o andan en familia». Y para muchos es la forma de probarse en la actividad deportiva de moda. De dar un primer paso que puede acabar años después en un maratón.