De aficionado a campeón

La afición del odontólogo por el mar le viene de familia. Su padre ya navegaba con el barco, cuyo nombre comparte con el que ahora dirige, «Porrón». La única diferencia es que Luis decidió dedicarse a la vela a nivel profesional.

Con el objetivo de alcanzar el primer puesto en las regatas, el doctor cambió su prioridades. Comenzó a construir un equipo ganador a partir de la especialidad y la calidad, principalmente. En una embarcación de alto nivel, es imprescindible que cada tripulante cuente con una tarea en concreto, y que éste sea el mejor en ello. Esta modificación en la estructura le permitió crear un equipo totalmente coordinado y compenetrado. «Ahora contamos con una organización totalmente planteada », asegura el doctor. Por si fuera poco, los tripulantes del «Porrón VIII» mantienen una organización muy rigurosa. Antes de una regata, se reúnen horas antes para ultimar detalles, como la limpieza a fondo del casco, la comprobación de la vela o decidir la estrategia que utilizarán en la prueba, entre otros muchos aspectos.

Además de la especialidad, la calidad también cobra una importancia decisiva. El barco es el elemento principal y por tanto, debe estar en perfectas condiciones y lo más optimizado posible. «Es fundamental tener un buen barco e ir mejorándolo cada cierto tiempo», afirma. La calidad de los componentes del equipo debe ser la mayor posible. «Contar con tripulantes con mucha experiencia facilita en gran medida las cosas», apunta.

Por todo ello y mucho más, Luis Senís, junto con su equipo, ha conseguido consagrarse como el barco de referencia de la vela valenciana de esta década.

El Trofeo SM la Reina, termina hoy y Senís tiene muchas posibilidades de aumentar su palmarés y lograr un nuevo trofeo para su vitrina, ya que durante toda la competición ha logrado mantener su hegemonía en la clasificación.