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Entrevista

Javi Moreno: "Si volviera atrás, me cuidaría mucho más"

El Milan pagó por Javi Moreno 1.500 millones de pesetas en junio de 2001 - El delantero fue portada de todos los periódicos

Javi Moreno: "Si volviera atrás, me cuidaría mucho más"

­­¿Qué es de Javi Moreno?

Me dedico a ver fútbol y espero a ver si tengo la oportunidad de volver a entrenar porque es lo que más me gusta. En estos momentos es difícil porque hay muchos entrenadores y es difícil encontrar equipo. La categoría me da igual. Quiero seguir aprendiendo y que los jugadores que estén conmigo aprendan de mis vivencias.

Atraviesa por un momento muy diferente al de hace una década.

No tiene nada que ver. El entrenador tiene que gestionar muchas cosas y cuando ha terminado la sesión diaria se va a casa y sigue pendiente de todos los futbolistas, de la gente que te rodea y de un montón de cosas, mientras que cuando eres jugador sólo te preocupas de, tras el entrenamiento, irte a casa, comer, cenar y descansar para el día siguiente estar bien fisicamente.

¿Así lo vive y vivía usted?

Es que es así. El entrenador debe estar pendiente de lo que hacen 25 personas con caracteres y egos muy diferentes. Torear con 25 chicos que todos quieren jugar y ser los mejores no es fácil, y el buen entrenador, es el que sabe gestionar eso. Conseguir que un equipo funcione llena de satisfacción.

Desde su actual perspectiva, ¿qué no volvería a hacer en su carrera como futbolista?

No haría muchas cosas que hice, por su puesto. En la alimentación, por ejemplo, me cuidaría muchísimo más. Cuando eres joven los quilos los pierdes rápido, pero luego cuesta. También creo que, en algunas ocasiones, me pondría en la piel del entrenador. Lo que tengo claro es que para llegar lejos tienes que currar y trabajar mucho. En su día lo hice y por eso llegué donde llegué, pero el camino y sobre todo el aguantar ahí no es fácil. Cuando eres joven, no todo se ve como es. A los chicos les digo que no miren lo que hace el de al lado sino lo que hacen ellos.

Usted era muy bueno pero un poco díscolo.

Desde pequeño se sabe si un jugador es bueno o malo y con 14 o 15 años se sabe si las condiciones son para ir para adelante o no. Ahí es importante conducir al chaval para que siempre vaya por el buen camino. Tuve la suerte de que a mi me supieron reconducir y llegué donde llegué. Hay muchos chavales que son buenísimos y que no llegan por cosas externas al futbol; es una pena, pero es una realidad.

Su carrera fue importante, pasó por muchos equipo, y su marcha al Milan fue muy comentada.

Tuve de todo un poco. Estuve en las categorías inferiores del Barça y allí no tuve problemas. De allí me fue al Córdoba y no lo pasé bien porque tuve varias lesiones. Entonces, cansado, decidí volver a casa para dejar de jugar al fútbol con 22 años. Pero entonces me llamó mi representante y me llevó al Yeclano. Me volví a enganchar, metí muchos goles y, en diciembre, me fichó el Alavés para Segunda división. Entonces pagaron tres millones de pesetas por mí . Allí ascendimos. Me cedieron al Numancia, metí 18 goles y volví a ascender y, al volver al Alaves, fue cuando exploté. En el primer año nos clasificamos para la Copa de la UEFA y, en el segundo, jugamos la final.

Y del Alaves al Milan.

Ir al Milan fue la mejor decisión que tomé en mi carrera y mi mayor error dejarlo para irme al Atlético. Ese fue mi gran error porque ahí empezaron mis problemas. Me arrepiento mucho.

¿Qué pasó, por qué lo hizo?

Quería ir al Mundial de Corea y Japón y, aunque ya estaba yendo con la selección, creía que así me lo garantizaba. Me equivoqué. Me tenía que haber quedado en Milán.

El Valencia lo quiso y usted rechazó la oferta, ¿no era lo suficientemente buena?

Fue curioso. Cuando dejé de jugar en el Córdoba, tenia aquí un amigo que jugaba en el filial, y pedí permiso para entrenar con el Valencia B que, entonces, lo entrenaba Pepe Balaguer. Entrené una semana o dos y me podían haber firmado pero no lo hicieron porque, quien dirigía, decía que estaba gordo. Tres años después, esa misma persona quería pagar 1.500 millones por mi y entonces dije que no.

¿Quién era?

Prefiero no decirlo. No vale la pena. Recuerdo que, el año que estábamos jugando la UEFA, esa persona fue a Barcelona a vernos jugar (Barça-Alaves) y habló con mi representante. Esa es la realidad. El presidente del Alaves me llamó y me dijo que el Valencia me quería y que, entre ellos ya había acuerdo, pero yo entonces no me quería comprometer con nadie. Sentí que, por ser valenciano, se me valoraba económicamente menos que a otra gente y no quise, así de claro. Al final tomé la decisión de ir al Milan.

¿Revisa videos de sus partidos?

He visto imágenes pero ningún partido completo.

¿Ni la final de la UEFA que jugó con el Alaves?

Ni esa. No he querido verla. He visto los goles, eso sí.

Fue de los primeros en emigrar. ¿Qué sintió cuando le dijeron que lo quería el Milan?

Creía que era mentira. Me lo dijo mi representante y no me lo creía. Fue todo rapidísimo. Fue tres días antes de jugar la final de la UEFA. Estaba en A Coruña y me llamó mi representante y me dijo ´nos vamos al Milan´, y me lo tomé a broma. Tras la final, esa jornada, jugábamos contra el Barça y tras el partido me dice mi agente que llamara a mi presidente y le dijera que al día siguiente me iba a Milán a firmar. Y así fue.

Pagaron, en aquella época, 1.500 millones de pesetas por usted (junio de 2001).

Una persona vale más que eso, pero no creo que lo valga un futbolista porque no lo vale pero, como lo genera, se paga.

¿Qué le diría, ahora que usted pisa la calle, al futbolista top que vive en su mundo idílico?

La vida son fases. Hay jugadores que saben moverse bien y otros no tanto. Los hay que aprovechan la fama para meterse en televisiones o en clubes y pueden mantener su nivel y otros que no. Al retirarme desconecté. Lo necesitaba. Después del fútbol se acaba todo. Julio Salinas, recuerdo, cuando yo jugaba en el Alaves me dijo ´mete todos los goles que puedas que goles son amores´.

¿De qué se arrepiente?

Cuando estas jugando vives en una burbuja en la que no eres tu. La gente te lleva a creerte cosas que no son reales. Cuando eres futbolista, por ejemplo, vas a restaurantes y te invitan y, cuando te retiras, eso ya no ocurre. Y así, muchas cosas.

Compartió equipo con Simeone. ¿Tenía ya entonces maneras de entrenador?

Coincidí con él en el Atlético y no pensé que pudiera llegar a ser entrenador. Era un jugador con mucho carácter.

¿Mantiene relación con sus excompañeros?

Con algunos. Reina y Villa son muy amigos mios, Xavi Hernández, Fernando Torres también y un montón porque con muchos he vivido muchas cosas.

Ha jugado en las tres grandes ligas (española, inglesa e italiana)

He hecho muchas cosas. Entonces, la liga inglesa era superdivertida y el fútbol era muy rápido, mientras que la italiana la encontré aburrida porque era superdefensiva, había pocos espacio y para el delantero era un fútbol feo de jugar. A mi la que mas me gustaba era la española, porque combinaba las dos cosas. Por mi forma de jugar, la mejor, la española.

¿Recomienda la experiencia de salir fuera?

Sí, porque abre la mente y hace valorar lo que tienes aquí.

Ahora que es entrenador, ¿se atreve a decirme lo mejor de cada técnico que le ha entrenado?

De cada uno, aprendí una cosa. La forma en la que Luis Aragonés trataba al futbolista era increíble, me encantaba Paco Jémez „le entrenó en el Córdoba„ porque hablaba muy claro y también Mané porque sabia leer bien lo que pasaba y los pasos que se debía dar en cada momento por el grupo.

Y ahora, ¿el que más le gusta?

Jémez, me encanta cómo juegan sus equipos y cómo se comporta. Cuando habla es puro.

¿En el mundo del fútbol hay mucha hipocresía?

Cuando estas arriba tienes muchos amigos, cuando se acaba, ya no hay tantos.

Muy duro lo que ha dicho.

Muy real. Es la realidad del fútbol y de la vida.

¿Qué queda del Búfalo?

Ya lo ves (ríe). Me lo puso Juan Carlos Rodriguez, secretario técnico del Alaves, por la forma de correr y los gestos dentro del campo.

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