El Valencia Basket envió ayer un mensaje para navegantes: «Somos muy fuertes y tenemos ganas de que empieza la Liga», vinieron a decir tras su paseo por el torneo solidario „a favor de la Fundación CiD„ jugado este fin de semana en Burgos. Ganó con holgura el sábado al Herbalife Gran Canaria y ayer refrendó su actuación con un triunfo incontestable ante el Bilbao Basket. A 15 días de que empieza la Liga ACB, y con todos los jugadores ya disponibles „a excepción del lesionado Diot„, el Valencia Basket confirma que está listo para competir.

La defensa. Esa fue la base sobre la que el equipo de Pedro Martínez construyó su victoria de ayer. Hubo mucha intensidad y movilidad por parte de ambos en los primeros compases, en los que quedó claro que el partido tenía de amistoso el nombre. Los dos había llegado a la final del torneo y querían llevarse el trofeo para casa.

Alex Rouff, con dos triples en los primeros compases, y Hamilton, que cerró el cuarto con 9 puntos, pusieron la calidad en la faceta ofensiva de ambos equipos, que en ningún momento pudieron romper el empate técnico que se estaba viviendo sobre el parqué (18-20 al final del cuarto). A partir de ahí, fue el Valencia el que puso el ritmo al choque. Sato calentó la muñeca desde el exterior, mientras Dubjlevic encontraba los espacios una y otra vez. En ese escenario, poco tardaría en despegarse el conjunto valenciano. Sikma, que firmó un partido muy completo, puso seis arriba a su equipo mediado el cuarto, una diferencia que apenas se movió hasta el descanso (39-31).

Tras el paso por vestuarios salieron mucho más enchufados los hombres de Pedro Martínez, que incrementaron su intensidad defensiva para anular toda la capacidad anotadora del Bilbao Basket, que se chocó una y otra vez contra el muro. Esa situación permitió a los valencianos firmar un parcial de 8-0 y alcanzar su máxima ventaja hasta el momento mediado el cuarto (50-34), una diferencia que se iría hasta los 17 puntos con un triple de Dubljevic sobre la bocina (59-42) y que se vería incrementada con otro triple de Sato nada más arrancar el último cuarto (62-42).

A partir de ahí, poco pudo hacer el Bilbao Basket, que veía como el Valencia cortaba todas sus líneas de pase y no fallaba en el contragolpe. La ventaja «taronja» no hizo sino incrementarse a medida que pasaban los minutos hasta que Lucic puso 30 de diferencia (76-46) a falta de tres minutos, ventaja más que suficiente para que ambos equipos se dejaran llevar en los últimos minutos.