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Entrevista | Ivan Basso

"El cáncer me ha ayudado a ver la bicicleta con otra perspectiva"

El ciclista italiano agradece la caída que sufrió en el Tour porque fue clave «para descubrir el tumor»

"El cáncer me ha ayudado a ver la bicicleta con otra perspectiva"

Ivan Basso recibe a Levante-EMV un rato antes de presentar la Marcha Cicloturista que ayer se celebró entre Valencia y Cullera, de 100 kilómetros. Está feliz por estar en la ciudad, a donde viaja cada vez que no tiene competición. Han pasado casi tres meses desde que le fue diagnosticado un tumor testicular, tras caerse en la quinta etapa del Tour, y se siente casi plenamente recuperado de la operación. La enfermedad, dice, le ha servido para disfrutar de un «descanso» y descubrir que la bicicleta no es sólo una herramienta de competición.

¿Como va el proceso de recuperación?

Va muy bien, estupendamente. Desde la operación, he t tenido tres controles y el Último ha sido muy importante. Este entraba en la rutina de las tres meses. El escáner y los análisis dicen que el cuerpo ha respondido bien, que el tumor no avanzó y que con la operación se quedó todo parado. Tengo una completa recuperación.

¿Está siendo más rápido de lo esperado?

Nunca sabes qué va a pasar cuando te dicen que tienes un tumor. Lo que está claro es que yo he tenido mucha suerte. Es una enfermedad que se descubre normalmente por casualidad. Si tú la descubres cuando te duele sin haberte dado un golpe, puede ser un problema muy grande.

Bendita caída la suya, entonces, en aquella quinta etapa del Tour...

Sí, caí en la quinta etapa. La pierna me dio con el pedal y me tocó los testículos. Tenía mucho dolor, entonces pasaron varios días y seguía doliéndome. La clínica del Tour me hizo un control y cuando me hicieron las pruebas de imagen vieron que había un tumor en ese testículo.

Cuando se entera de la noticia, ¿qué es lo que primero que pensó?

En ese momento, escuchas bien lo que dice el doctor. Tuve suerte porque en tres días pasé de recibir una muy mala noticia a que las siguientes fueran cada vez más buenas. Eso fue muy importante para mí. Me dijeron que tenía un tumor, que era de mala categoría, pero que no es mortal, que voy a vivir.

¿Pensó en llamar a algún deportista que haya sufrido el mismo tipo de cáncer? ¿En Lance Armstrong, por ejemplo?

No hablé con nadie, toda la gente de mi alrededor, del equipo y del ciclismo, se preocupó por mí. Pero cuando tienes un problema de estos, la persona que más te va a ayudar es el doctor. En tres días recibí unos 1.500 mensajes en el móvil y tardé un mes en contestar a todos.

¿Qué ha aprendido Iván Basso estos casi tres meses?

Primero, que he tenido suerte. Segundo, que esa suerte la debo usar para ayudar a otras personas, en la prevención de esta enfermedad. En Italia, ahora, con el médico que me operó, estamos planificando una campaña de prevención. Porque esto, como he dicho, es un problema que si descubres a tiempo se cura muy bien.

He oido que ha aprovechado para disfrutar de la bicicleta con su familia...

Para mí es muy importante como enfocas la vida cuando no puedes competir. Todo cambia. Yo he visto la bicicleta desde otra perspectiva. Parece raro que esto lo diga un ciclista, pero ¡he descubierto la bicicleta en este periodo! Me he dado cuenta que es una buena manera de disfrutar con la familia y luego tiene muchísimas ventajas para la salud, pues hacer ciclismo en plan moderado te ayuda a estar fuerte, a respirar mejor... La bicicleta es un instrumento de competición, pero también una herramienta que te hace mejorar el estilo de vida, te da felicidad cuando la usas por disfrutarla. Te levantas mejor, la comida te apetece más, vas al trabajo más feliz... Tiene mucho aprovechamiento. Uno está acostumbrado a mirar la bicicleta y pensar solo en el Giro o el Tour, pero tiene muchas ventajas más. La bicicleta tiene otros muchos mensajes.

¿Por qué reaparece usted en la Marcha Cicloturista de Valencia?

Primero, porque yo soy amigo de Javier Castellar (organizador de la prueba). Nos conocemos desde que yo era un chaval. Siempre que puedo vengo a Valencia. Ahora, como no puedo correr el Giro de Lombardía, pues he querido dar testimonio de que la bicicleta no sólo vale para la competición y dónde mejor que en esta competición. No puedo competir pero puedo disfrutar de un día muy bonito con gente de 5 a 70 años. Además, tiene un fin solidario para AVAPACE. El mensaje que quiero dejar claro es que la bicicleta tiene muchas cualidades.

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