Tayikistán es un país que quizá sólo los más avezados viajeros, geógrafos e historiadores podrían ubicar de primeras en un mapa. A esta antigua república soviética de 8 millones de habitantes, con influencia cultural persa y que linda con China y Afganistán, ha ido a jugar Manuel Bleda, delantero de Massamagrell de 25 años. Es una de las estrellas del FK Istiqlol Dusambé, el joven equipo „fue fundado en 2007„ de la capital del país y con el que está a punto de hacer historia: «El día 31 de octubre jugamos la final de AFC CUP asiática contra el Johor Darur Takzim de Malasia. Para esta país es algo histórico».
Bleda llegó a debutar en 2009, con 19 años, en el Castellón en Segunda división. Una grave lesión le cortó el paso en el filial del Levante UD y después de resarcirse con un periplo goleador por el Burriana, Catarroja y Alzira recibió la llamada del Belshyna Babruisk bielorruso. Con la crisis azotando a las divisiones inferiores del fútbol español, no se lo pensó. De allí surgió otra invitación, con un puñado más de kilómetros hacia Oriente: «Cuando estaba en Bielorrusia, el entrenador y el director deportivo del Istiqlol vinieron a ver un partido y les gusté. Al día siguiente me pidieron si podíamos reunirnos porque querían hablar conmigo. Y me convencieron».
¿Cómo es Tayikistán, ese país conquistado por Alejandro Magno, que perteneció al Imperio Samánida y que fue sometido a la colonización rusa? Desde Dusambé, Bleda da las claves: «Es un país muy bonito, con muchas montañas y lagos enormes. También aquí en Dusambé hay muchos grandes monumentos en el centro para ir a visitar y pasar el día en cualquier restaurante de la ciudad, que hay muchos que están muy bien».
La adaptación fue «rápida» si bien existen diferencias de todo tipo respecto a España, tanto culturales, como gastronómicas e incluso climatológicas: «Lo que más añoro sin duda es a la familia, amigos, a mi sobrino, la paella de mi madre, el jamón, la playa... La verdad que muchas cosas. El clima en invierno es muy frío y llegamos a estar a -15 grados. Sin embargo el verano es muy caluroso y se llegan casi a 50 grados». En Tayikistán, Bleda se ha sentido atraído por la cocina típica local: «Tienen platos muy buenos como el plov „con un estilo parecido al arròs al forn„ y el qurutob, que son tortas de pan con aceite, vinagre balsámico, esmetana que es una salsa blanca. Todo eso lo acompañas con tomate, pepino, cebolla y guindillas. Me gusta mucho aunque se coma con las manos», admite entre risas.
La vida de Bleda en Dusambé está dominada por las tranquilas rutinas „ «solemos quedar los compañeros para ir a tomar té o cenar»„ en un país en el que la convivencia de los idiomas tayiko, ruso „lengua que empieza a dominar„ y persa ha dado pie a divertidas anécdotas: «Una historia muy graciosa fue cuando íbamos en un taxi un compañero y yo. El taxista estuvo como 10 minutos hablándome en su idioma que es persa. Mi compañero, que es serbio, se moría de la risa porque me miraba y yo le decía todo que ´sí´ al del taxi todo. Ya a los 10 minutos el taxista se dio cuenta de que no pillaba ni una y entonces me preguntó si es que yo no era de Tayikistán. Le dije que no, nos reíamos sin parar».
La dimensión del fútbol en Tayikistán no es comparable a la europea: «El fútbol aquí va en aumento, cada vez viene más gente a ver los partidos. Nuestro club es joven y es difícil que tenga una afición grande, pero cuando jugamos partidos de AFC CUP asiática llenamos el estadio alrededor con 20.000 o más espectadores. Sí es verdad que cuando nosotros jugamos fuera en liga la mayoría de estadios se llenan».
Preguntado por la calidad del juego, las «mayores diferencias futbolísticas» residen «en el plano táctico, pero poco a poco van mejorando».
Después de un año en Tayikistán, Bleda cree que ha valido la pena una aventura siempre arriesgada: «Tuve que tomar esta decisión por cómo estaba el futbol a niveles más bajos de Primera división. Está claro que siempre quieres jugar en lo más alto, pero somos muchos y no cabemos. Yo tuve la suerte de jugar en Segunda división con el Castellón y da gusto sentirte profesional, por eso decidí salir fuera de España en busca de una oportunidad en el extranjero». De momento, Bleda prefiere centrarse en el presente, disfrutar de la experiencia en otros países y no se obsesiona con retornar de inmediato al fútbol español. Además, Tayikistán es un mercado que orbita cerca de ligas poderosas, como la rusa: «Sinceramente me encuentro muy a gusto en el extranjero, si es necesario estar unos años más fuera para luego volver a España a jugar no tengo ningún tipo de problema. De hecho el fútbol en el extranjero, en países menos conocidos, está subiendo el nivel y eso es bueno para jugadores como yo que estamos fuera».
