El tenista portugués Joao Sousa consiguió alzarse con el título en Valencia tras ganar en la final al español Roberto Bautista por 3-6, 6-3 y 6-4, en un partido de poco más de 2 horas, en que el luso fue capaz de remontar un choque que se le había puesto muy en contra.

Con este triunfo, el jugador afincado en Barcelona rompe su maldición en la finales, tras haber perdido las cinco últimas, tres de ellas jugadas este año.

Bautista entró en el partido muy resolutivo, con mucha moral tras la increíble victoria de ayer en semifinales ante Steve Johnson, ante el que salvó seis bolas de partido.

El español desplegó un juego sin fisuras al servicio y muy resolutivo desde el fondo de la pista frente a un Sousa que no terminaba de encontrar las mejores sensaciones en la cancha y que se descentró con diversas protestas al juez de silla. La superioridad de Bautista cristalizó en el octavo juego en el que logró la rotura y sentenció a continuación con su servicio el set.

La segunda manga arrancó con una nueva rotura favorable al castellonense que se disparó con un parcial de 3-1 que parecía encaminar el partido a un resolución por la vía rápida. Sin embargo, el portugués renació de sus cenizas, encontró la concentración que le había faltado hasta entonces y comenzó a mandar en la pista.

Sousa demostró su habilidad al resto y presionó mucho el segundo servicio del tenista local, que concedió dos 'breaks' consecutivos, en el sexto y el octavo juego, que propició que el partido marchara al tercer set.

Antes del inicio de la manga definitiva, Bautista solicitó la presencia de los fisioterapeutas para que le atendieran con masajes en su pierna derecha, lo que demoró la reanudación del partido.

El de Guimaraes confirmó el cambio de tendencia con una rotura inicial de servicio que le permitió cobrar ventaja ante un Bautista al que ya no se le veía tan fresco físicamente en la pista. El español aumentó sensiblemente sus errores no forzados, mientras que su rival cada vez jugaba con más seguridad.

Un nuevo 'break' de Sousa en el séptimo juego le puso con 5-2 y servicio para cerrar el partido, pero Baustista se agarró a la pista, le devolvió la rotura y estrechó el marcador hasta el 5-4 para ponerle presión al portugués, quien no se amilanó y se apuntó en blanco su servicio para llevarse el partido y el título.