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Bar Jamón Jamón del Port de Sagunt

Un templo a Rossi y a la deportividad

Toda la polémica ocurrida tras el incidente entre Rossi y Márquez se ha vivido con especial atención desde el bar regentado por el italiano Esteban

Esteban (de amarillo) junto a algunos de sus clientes habituales, también apasionados de las motos. m. a. montesinos

Todo aquel que haya vivido alguna vez desde dentro un Gran Premio de Motociclismo sabe que allí, entre tiendas de campaña, latas de conserva, banderas de diversos países, motos de lo más variopintas... abunda, ante todo, un sentimiento común de pasión hacia el mundo de las dos ruedas que supera cualquier nacionalismo o favoritismo. Esa pasión general, esa deportividad, es rivalidad sana es la que se vive también cada vez que hay carrera, sea de madrugada o de noche, se corra en Europa o en las antípodas, en el bar Jamón Jamón del Port de Sagunt. Regentado por Esteban, un italiano de Baressi, el local es una especie de templo a Valentino Rossi y, por extensión, al mundo de las motos y del motor.

Ahora, a escasos días de que miles y miles de personas se den cita en Cheste, Esteban y sus clientes habituales, también apasionados de las motos, piden a todo el mundo que se comporte y que lo que pasó entre Rossi y Márquez en Malasia quede ya en algo del pasado: «Me gustaría que los dos apaciguaran la situación porque se está pasando un poco de rosca la cosa. No fue algo tan grave como lo que se está montado», indica un Esteban que hace una petición expresa: «Me gustaría que el señor Ángel Nieto, que es una persona fiable y puede hablar con los dos, meta de lo suyo para que salgan el jueves ya sin problemas. Que los coja a los dos de la oreja y les diga «ahí quietos», que no sigan con esta pelea de niños».

Esteban piensa que es una lástima todo lo que está pasando porque ambos son «dos cracks del motociclismo» y lo ideal sería que se produjera «un relevo de una persona maravillosa como Valentino a otra también maravillosa como Márquez, con alegría, con espíritu deportivo y pasión por las motos, pero ahora se está volviendo un poco futbolística la situación. Y no puede ser».

Este carácter marrullero más típico de otros entornos como ciertos partidos de fútbol, es el que pide evitar también su tertuliano Julián Pérez «siempre vemos aquí todos juntos las motos, hay fans de Rossi, de Lorenzo, Márquez... pero nos llevamos bien. Esto no es como el fútbol y no hay que tratarlo así. A la gente les diría que las cosas de pista se arreglan ahí». Y lo mismo dice un fan de Lorenzo como Juan Carlos Amores: «En Cheste debe reinar la tranquilidad, que todos se diviertan con las motos. Yo así lo haré».

Hablando de la rivalidad, Esteban recuerda que entre aficionados italianos y españoles siempre ha existido, pero sin problemas: «Somos dos países que siempre nos vamos a encontrar. Yo he llevado españoles a Mugello y han estado ahí con los italianos intercambiando vino y disfrutando, que es de lo que se trata».

Sobre lo ocurrido, él y la mayoría de sus clientes prefieren no señalar culpables. «No conviene embarrar un mundo que es de los pocos en el deporte que se está salvando. Sería feo que se vean peleas que nunca han existido». Y luego, se levanta para mostrar una foto de Senna, Prost, Piqué y Mansell bajo la que se lee: «La vida es demasiado corta para tener enemigos».

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