El Valencia Basket afronta la posibilidad de alcanzar su récord de victorias consecutivas, el domingo ante el Manresa, con toda la normalidad posible. Así lo reflejó ayer el entrenador del equipo, Pedro Martínez. Encantado con la trayectoria de su equipo, sí, pero sin dejarse llevar por la euforia que se vive en la grada ante el reto de este fin de semana: firmar el mejor inicio de su historia y superar los 11 triunfos seguidos de la temporada 1999-2000, con Miki Vukovic en el banquillo.

«Si ganamos, estaremos muy contentos y un 0,1 por ciento más por batir el récord», dijo ayer el técnico catalán, nada más terminar el entrenamiento del equipo en el pabellón de la Malvarrosa, a pocos metros de una playa donde más de una docena de bañistas tomaban el baño en pleno diciembre. «Pero esa no tiene que ser la motivación, sino hacer las cosas bien y ganar a un equipo que está haciendo una temporada magnífica, que está luchando por la Copa cuando su objetivo es mantenerse», indicó Martínez.

Síntoma de que el vestuario no da excesiva importancia al récod es que la plantilla no ha hablado mucho estos días del asunto. A medida que se acerca el partido, eso sí, los jugadores y técnicos se entretienen más con las noticias de los periódicos. «En el equipo no hemos hablado en ningún momento, le habéis dado más importancia los medios, como es lógico, que nosotros», explicó.

Martínez, que la pasada campaña dirigió al Manresa tras haberlo hecho ya en sus inicios como entrenador y que le condujo a una meritoria salvación, admitió que para él el club catalán «es especial, sin duda». «Es el segundo tras el Gran Canaria en el que más temporadas he estado y al que más he dirigido y es un club al que le tengo mucho aprecio y al que estoy muy agradecido», explicó. «Me ficharon hace 26 años y estuve cuatro temporadas y en la temporada pasada me dieron una buena oportunidad de entrenar en la ACB y les estoy muy agradecido. Me alegro mucho de sus éxitos pero el domingo tenemos intereses contrarios», recordó.

Martínez explicó que no hay grandes diferencias entre dirigir al Manesa o hacerlo ahora al Valencia. «Es igual de difícil. Simplemente los objetivos son diferentes, en Valencia hay más medios», dijo.

El técnico contará para este choque con la baja segura de Sam Van Rossom y mantiene la duda de Guillem Vives, que no jugó en el último encuentro por molestias derivadas de una tendinitis en el tendón de Aquiles izquierdo. «Guillem ha hecho la parte menos dura del entrenamiento, creo que no podemos contar mucho con él pero faltan 48 horas y hay que ver cómo evoluciona», afirmó.