Leandro Damiao es al Betis los que en su día fue Romario al Valencia CF en los noventa. Ambos han sido el nueve de la selección de Brasil, y su fichaje, tras un culebrón, acabó con un presidente. Si la no contratación de Romario primero significó el adiós de Arturo Tuzón en Mestalla „O baixinho llegó en el curso 96-97„, la llegada de Damiao a Sevilla puso fin a la etapa de Ollero en el club verdiblanco. De todo ello es testigo privilegiado y actor secundario el valenciano Eduardo Maciá, actual director deportivo del Betis, que siempre se ha mostrado partidario de la contratación del futbolista de Paraná.

Ayer, Leandro Damiao ya entrenó con el Betis bajo las órdenes de su técnico, Juan Merino, aunque su presencia en el partido de mañana ante el Valencia CF (Benito Villamarín, 16.00 horas), se antoja complicada. El delantero, que estuvo entrenando en solitario en Brasil tras rescindir su contrato con el Cruzeiro a la espera de firmar por el Betis, no está en su mejor momento de forma. Aún así, su calidad le permite ser un futbolista a tener en cuenta.

El fichaje de Damiao por la entidad verdiblanca ha llenado páginas de periódicos. El jugador pasó el reconocimiento médico el pasado 26 de enero, pero hasta hace un par de días no se cerró su traspaso. Las turbulencias en el club verdiblanco, entre el ex presidente Ollero y los gestores Haro y Catalán, enfriaron su contratación. Lo mismo sucedió en los noventa con el enfrentamiento entre Tuzón y Paco Roig.

Maciá, que ha salido reforzado del movimiento de los directivos, al igual que sucedió tras la destitución de Pepe Mel, forzó al máximo para la incorporación de Damiao. El brasileño ha sido la tercera incorporación bética en el mercado invernal tras los cedidos Martín Montoya (FC Barcelona) y Musanda (Chelsea), y vestirá de verdiblanco los próximos seis meses.

El pasado lunes, tras un consejo de administración explosivo, el Betis desestimaba el fichaje de Leandro Damiao pese al acuerdo que Maciá había alcanzado con el futbolista brasileño. Sin embargo, las posiciones variaron. Y la salida de Ollero desbloqueó la situación. En su día, Romario se fue del PSV al Barça porque Tuzón no quiso ficharle „«Ni gratis», dijo Péris Frígola„, pero años más tarde vendría a Mestalla.

Damiao es un nueve brasileño puro. En la retina de los aficionados está su regate «lambretta». Consiste en pasarse el balón por la cabeza desde atrás hacia delante, superando al rival como si de una vaselina se tratara, impulsado por el tacón. El futbolista no tuvo ningún reparo en realizarlo en un encuentro ante Argentina.

El entrenador del Betis, Juan Merino, está satisfecho con el fichaje del brasileño y dice que «se encuentra bien y con ganas de ayudar lo antes posible».