Si había alguien feliz ayer sobre la una y media, cuando los ciclistas cruzaban la línea de meta y acababa así la primera edición de este regreso de la Volta, era Ángel Casero. Ahora, cuando se ve todo a posteriori, parece hasta normal que todo hubiera salido bien, que la gente haya respondido, que los patrocinadores hayan estado ahí, que los equipos se hayan comprometido a traer a grandes corredores, pero todo eso era un panorama borroso, y hasta cierto punto, muy oscuro, hasta hace poco tiempo. Tal vez por eso, cuando a Ángel Casero, impulsor de todo este tinglado, se le pregunta por qué ha sido lo más difícil, lo tiene claro: «Lo más complicado fue dar el primer paso. Cuando te pones a hablar con la gente, a buscar consejos... pero cuando crees en un proyecto lo ves todo más fácil. Había gente que no tenía la confianza de que esto pudiera salir. Hemos trabajado muy duro y lo hemos conseguido».

El esfuerzo y la dedicación que todo ha llevado, la responsabilidad que supone y la incerteza que generaba se resume cuando ves a Casero fundirse en un abrazo, sincero, extenso, al acabar la prueba, detrás de la caravana del podio, en la intimidad, con uno de sus principales valedores, el subdirector general del Banc Sabadell, Jaime Matas. Él, sin dudarlo, ya piensa en las próximas ediciones: «Hasta el año que viene, el otro y el otro y todos los que se puedan. La experiencia ha sido fantástica, el reto no estaba ya en poner dinero para la organización, sino en la propia organización. Ha sido impecable, ha ido de menos a más y todo el mundo ha disfrutado. El colofón ha sido en la ciudad y en la plaza del Ayuntamiento que hacía mucho tiempo que no vivía ciclismo así».

También era máxima la satisfacción entre las instituciones públicas. Así, la diputada de Deportes, Isabel García, aseguraba que se habían «cubierto las expectativas» y se había demostrado que «con la colaboración de instituciones públicas y empresas privadas es posible organizar grandes eventos».

Casero daba las gracias a todos, incluidos los equipos y los ciclistas que «apostaron por un evento que no conocían» y comentaba aspectos de cara a los próximos años: «queremos recorrer toda la Comunitat Valenciana y tenemos sitios espectaculares para poder hacer etapas. El circuito urbano seguiremos en él, pero lo ampliaremos porque es muy corto. Buscaremos otro tipo de recorrido, pero siempre en el centro de la ciudad».

Ahora, el reto es no solo continuar, sino lograr que cada vez venga gente de más nivel: «Seguiremos trabando porque cuando más hombres importantes venga, entrenen, compitan y se lo pasen bien será mejor, buscando siempre un recorrido muy compensado como el que hemos tenido». Preguntado por dónde disfrutó más, indicaba: «Creo que fue el sábado. Empecé a relajarme y pude disfrutar. El domingo hubo momentos de tensión porque empezó a cortarse el grupo, había viento, era complicado, pero todo el jurado técnico nos ayudó». Casero no se olvidó del ganador de ayer, Vandenbergh, que «había corrido los últimos kilómetros con una bolsa en la rueda trasera mostrando gran fortaleza».