Esta semana comienza en la ciudad de Guaranda el I Campeonato Boliviariano de Pelota a Mano. Se trata de una iniciativa de la federación internacional de pelota (CIJB), a través de su vicepresidente para América, el ecuatoriano Galo Hallo. Desde un principio ha contado con el respaldo entusiasta de Ramsses Torres, alcalde de la municipalidad de esta ciudad ecuatoriana, capital de la provincia de Bolívar, situada en la sierra andina, en el centro del país. La ciudad fue fundada por el cordobés Sebastián de Benalcázar en 1571. Se encuentra a 150 km de Guayaquil, capital del Pacífico ecuatoriano, y a 220 Km de Quito. En la actualidad ronda los 25.000 habitantes.
Guaranda se encuentra esta semana en las denominadas fiestas de la «cantonización» y nada mejor para ellos que celebrarlo con un gran evento internacional de Pelota a Mano, el deporte preferido del personaje histórico más admirado para ellos: Simón Bolívar, el Libertador. Para ello, la Federación Ecuatoriana de Pelota Nacional, que presiden Enrique Rugel , así como el Ministerio del Deporte, han impulsado la organización de este evento que congregará a las cinco naciones «boliviarianas»: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. En todas ellas todavía se practica la pelota a mano en sus diversas modalidades, algunas de ellas de origen precolombino y otras, producto del mestizaje entre el juego llevado por los españoles y los juegos practicados por los descendientes de los pueblos indígenas.
El torneo se desarrollará en las modalidades oficiales de la CIJB: Llargues, Internacional, One Wall y la pelota tradicional ecuatoriana. Un evento en honor del Libertador, del pelotari de origen vasco que liberó a los pueblos americanos del peso de la corona española que entonces encarnaba Fernando VII. Lo que pocos saben es que el libertador americano ya había derrotado al monarca español en una partida de pelota celebrada en Aranjuez.
Año 1799. Simón Bolívar estudia en Madrid. Ya tiene el grado de subteniente pero su padre lo envía desde Caracas para completar su instrucción. Es ambicioso y pronto se codeará con las gentes del Palacio Real, especialmente con la reina María Luisa, esposa de Carlos IV, a la que visitaba con frecuencia. Se hace amigo del príncipe Fernando y se desafían para jugar un partido de pelota en Aranjuez. Allí, al restar, Bolívar impacta con la pelota la cabeza del príncipe, que cayó conmocionado. Un simple susto que, eso sí, permitió que años después el Libertador afirmase: «Quién habría de decir a Fernando VII de España que había yo de arrancarle más tarde los más hermosos florones de su corona?».
