Joaquín Caparrós, José Antonio Camacho y José Miguel González "Míchel", nombres que sonaron como sustitutos de Vicente Del Bosque al frente de la selección española de fútbol, cedieron finalmente ante Julen Lopetegui, un técnico con experiencia en las categorías inferiores y deseado por los principales protagonistas: los futbolistas.

El ciclo de Vicente Del Bosque, cerrado definitivamente tras la Eurocopa después de la derrota de España ante Italia en los octavos de final, queda definitivamente olvidado con la contratación de Julen Lopetegui 24 días después de aquel doloroso 2-0 en el Estadio de Francia.

Ese es el tiempo que ha tardado la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en anunciar el nombre del dueño de un banquillo que ha tenido muchos candidatos, y que finalmente será ocupado por el más joven de todos. Lopetegui, con 49 años, ha dado el salto más importante de toda su carrera superando a Míchel (53), Caparrós (60) y Camacho (61).

Precisamente, desde la llegada de Camacho a la selección en 1998 con 48 años, España no había contado con un entrenador con tan poca edad. Los siguientes nombres en el cargo, Iñaki Saéz, Luis Aragonés y el propio Vicente Del Bosque, aportaron más veteranía desde el principio y, los dos últimos, dieron títulos y triunfos nunca vistos hasta su llegada.

Lopetegui, como Aragonés y Del Bosque, conoce perfectamente las sensaciones que tiene un futbolista, porque ejerció como tal. Como ellos, tuvo una larga carrera, con algunos altibajos, pero que sirvió para forjar unos conocimientos que después le servirían para su trabajo en los banquillos.

Formación como jugador

Julen Lopetegui Agote compaginó su formación entre las categorías inferiores de la Real Sociedad y las del Castilla, filial del Real Madrid donde llegó en la temporada 1985/1986 y donde jugó tres temporadas para ser cedido a la Unión Deportiva Las Palmas en la 1988/1989. Su regreso al Real Madrid para el siguiente año fue irrelevante y durante dos cursos fue el tercer portero, y sólo disputó un partido ante el Atlético de Madrid, que acabó 3-3.

Ese vacío de minutos provocaron el traspaso del guardameta donostiarra al Logroñés, donde vivió sus mejores días con tres campañas muy buenas que le sirvieron para que Javier Clemente le llamara para el Mundial de Estados Unidos 1994 en el que no jugó ni un minuto.

Después, el Barcelona se fijó en él y allí comenzó su declive, con tres temporadas prácticamente en blanco que le obligaron a marcharse al Rayo Vallecano. En el club madrileño, en otros tres cursos, también estuvo a la sombra de Kasey Keller y de Imanol Etxebarria; y, aún así, disputó 36 partidos hasta que colgó finalmente los guantes en 2002.

Casi en ese año, comenzó su aventura en los banquillos y fue el Rayo Vallecano el equipo que le acogió para darle una primera oportunidad que concluyó pronto tras dirigir 11 partidos de Segunda división. En un año convulso para el club, que descendió a Segunda B con tres entrenadores (Txetxu Rojo y Jorge D'Alessandro, antes), Lopetegui no tuvo suerte en su primera experiencia.

Banquillos

Durante un paréntesis de 4 años ejerció de comentarista deportivo en televisión y, en 2008, volvió a los banquillos, para encargarse del filial del Real Madrid en Segunda división B. Con nombres en el equipo como Alberto Bueno, Pedro Mosquera, Fran Rico o Marcos Tebar, dirigió a los chavales blancos hasta la sexta posición sin lograr luchar por el deseado ascenso.

La llamada de la RFEF fue irrechazable y durante cuatro años, hasta su marcha al Oporto en 2014, hizo un buen trabajo y ganó 2 campeonatos de Europa sub'19 y uno sub'21. A lo largo de ese tiempo tuvo a sus órdenes a jugadores como Gerard Deulofeu, Jesé Rodríguez, Isco Alarcón, Denis Suárez, Paco Alcácer o Álvaro Morata.

En Portugal no pudo con la presión mediática y social, y fue destituido después de dirigir al equipo entre mayo de 2014 y enero de 2016. Durante una temporada y media no pudo ganar ningún título para los Dragones y la presión social y mediática pudo con un club que al final decidió prescindir de sus servicios.

Eso sí, aunque no levantó trofeos, la era Lopetegui en el Oporto dejó al club portugués más de 100 millones de euros en sus arcas por las ventas de Danilo y Casemiro -31,5 y 7,5 millones de euros, respectivamente-, de Jackson Martínez -por 35 millones- y de Álex Sandro por 26 millones.

Su paso por el Oporto no fue muy tranquilo y la prensa siempre le miró con desconfianza por no tener un currículum sólido en grandes clubes. La actitud de Lopetegui con los periodistas tampoco ayudó por algunas respuestas bruscas que fueron creando preguntas más ásperas en un círculo vicioso que no ayudaron demasiado al técnico español.

Ahora, será el encargado de dirigir a la selección española, tal vez uno de los sueños de su vida. Estaba comprometido de palabra con el Wolverhampton de la Segunda división inglesa, y no ha dudado en dejar todo para imponer su filosofía futbolística de toque que ha marcado una época en la selección. Por eso, es el elegido y el preferido por los jugadores.

En septiembre, con Lopetegui al mando, España iniciará la clasificación para el Mundial de Rusia con una cara nueva que en realidad es un viejo conocido para muchos miembros de la selección española. La filosofía implantada por Luis Aragonés parece tener continuidad con el beneplácito de los principales actores.