Hace treinta años el mundo de los clubes de «galotxa» debatía con intensidad un principio básico en la filosofía de la promoción de este deporte: la libertad de fichajes, o sea, la posibilidad de que, con financiación, los equipos pudieran reforzarse con pelotaris formados en clubes distintos.

Ello provocaba el correspondiente malestar de aquellos que habían invertido trabajos e ilusiones y veían marchar a sus mejores perlas. Por otra parte, se atropellaba la legítima aspiración de ganar algún dinero o de jugar allá donde a alguien le apeteciese. En ese debate triunfó, como casi siempre, la libertad y ayudó a ello el compromiso de crear un torneo que respetase el principio de favorecer las canteras. Así nació el Interpobles, como una necesidad para superar un debate corrosivo. Fue una medida que el tiempo ha demostrado acertada. Hoy, el Edicom es una de las competiciones más grandiosas de este deporte. Ha sido la suya una historia de éxito. Pregúntese en Massalfassar. Montserrat, Massamagrell, Benavites, Sollana, Beniparrell, Godelleta, Meliana, Borbotó o Marquesat, que han inscrito su nombre en el listado de ganadores.

Esta tarde comienza la trigésima edición con cuarenta y dos poblaciones de las tres provincias valencianas desde Borriol a San Vicent del Raspeig, con un total de 126 formaciones lo que supone casi seiscientos pelotaris involucrados. La Pobla de Vallbona y Massalfassar son los clubes que más equipos aportan. Por primera vez se abre una categoría femenina de Galotxa en la que participan ocho equipos procedentes de Borbotó, Montserrat, Pobla de Vallbona y Tavernes Blanques. La Federació de Pilota continua apostando de una manera decidida por la promoción de la pelota femenina, extendiéndola a más modalidades y competiciones.

En esta edición se incorporan a la categoría de trinquet poblaciones de solera como Carlet y Carcaixent. Manises sigue siendo, junto a La Pobla de Vallbona, Riba-roja y Torrent, los clubes más activos en la especialidad. Y noticia a destacar, por encima de todas: El regreso a competición oficial del club de Sollana, con dos formaciones encabezadas por Pinto y Carlos, tras la remodelación de la cancha municipal después de dos décadas de abandono.