­Agustín Pérez Calafat (Alzira, 1955) vivió por y para la moto. Hizo de su vida compromiso y trabajo. Se ha ido en silencio, discreto como siempre lo fue, pese a ello será recordado por su estrecha relación con los dos grandes campeones valencianos, Ricardo Tormo y Jorge Martínez Aspar, y por haber estado a su lado en los momentos más álgidos de la carrera deportiva de ambos.

Fue un destacado piloto de la década de los 70 y junto a sus hermanos Bernardo y Paco fueron el embrión de lo que sería la escudería Avidesa. A través de esta escudería se introdujo Aspar en la competición motociclista. El que luego sería tetracampeón mundial se colaba en el furgón en el que transportaban las motos y lo llevaban a las carreras a cambio de que limpiase las motos y las dejase como los chorros del oro. Jorge llegaba al éxtasis cuando le dejaban empujar una moto de cualquiera de los hermanos hasta la parrilla de salida.

Cuando colgó el mono de cuero se dedico al transporte por carretera y cuando Ricardo Tormo adquirió el Tormobus no dudó en llamarlo a su lado para que lo condujese y fuese su asistente en los circuitos. Posteriormente Aspar le llamó para conducir su camión vivienda pero por su eficacia y fidelidad al piloto pasó a ser pieza clave en la infraestructura de su equipo.

Nos ha dejado un hombre bueno, honrado a carta cabal, trabajador y con una sola pasión: su amor por las motos y por su familia. Descansa en pau, amic.