La localidad navarra de Leitza, escenario de alguna de las más famosas escenas de «Ocho apellidos vascos», anuncia para mañana domingo, a partir de las 12 horas, la final del I Campeonato de Bote Luzea/Llargues del país vasco-navarro. Han participado seis formaciones procedentes de varios territorios.

Se disputarán el título una formación guipuzcoana y otra de Lapurdi, provincia vasco-francesa. Se juega en la vieja plaza de largo de Leitza, tres mil habitantes, a cuarenta y seis kilómetros al norte de Pamplona.

La noticia de esta final, presentada el pasado jueves en la cancha de juego presentada por Patxi Jaúregui, presidente de la Federación de Pelota Vasca de Euskadi, apenas ha tenido repercusión en la prensa, desconocedora de la propia historia del juego de pelota vasco. Es algo que no desanima a los impulsores. Alguien les recuerda la repercusión que tuvo en la prensa valenciana el primer campeonato del que hoy es el trofeo El Corte Inglés: un breve de ocho o diez renglones al que había que acceder con lupa. También fueron ocho equipos de seis pueblos.

En el torneo Interpueblos/Edicom que ahora se juega participan 42 clubes y más de 120 equipos. «¿Por qué no podemos pensar que algo así puede suceder en las tierras que vieron nacer a Bautista de Arraioz, aquel contemporáneo del Roig de Alcoi, el «Aquiles de la pilota»?», pregunta un estudioso navarro de los juegos de pelota directos. «¿Por qué no rememorar duelos en los que, por orden del rey, tenían que enfrentarse los mejores navarros y valencianos, como ocurrió en Cartagena o Madrid?», argumenta a favor del valor histórico y cultural de la iniciativa.De hecho, coincidiendo con esta final, a la misma hora, en la cercana plaza de Arraioz se jugarán las finales de Laxoa en las categorías de infantiles y juveniles. Algo impensable hace algunos años.

Alguien apunta una decidida apuesta de las instituciones vasco-navarras, que se dará a conocer próximamente, por recuperar un juego que les une, más que ningún otro, a su historia.