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El cauce del Turia pierde una instalación histórica

Adiós al último campo de tierra

El último vestigio del fútbol sobre polvo de la ciudad de Valencia ha sido absorbido por Parques y Jardines del Ayuntamiento. Lo regentaba el histórico club Arnau Universal, que acogía a cientos de inmigrantes

Adiós al último campo de tierra

El último campo de tierra del viejo cauce del Túria dice adiós. Se va para nunca volver después de 50 años ofreciendo servicio a miles de niños y jóvenes. El terreno, a la sombra de las Torres de Serranos, ha sido absorbido por el área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Valencia, por lo que deja de ser de uso deportivo medio siglo después.

Lo regentaba el Arnau Universal, el club de barrio más antiguo de la ciudad, que desde hace un tiempo acogía a futbolistas sin recursos económicos para jugar en las escuelas de los campos de césped artificial de las proximidades. Inmigrantes, la mayoría, durante la última década, cuando los campos anexos del CD Serranos y el Atlético Turia cambiaron su superficie.

Las prórrogas municipales no han dado más de sí. En 2014, la Fundación Deportiva Municipal prorrogó dos años más el uso del último campo de tierra, después del cambio de competencias del terreno tras la declaración BIC (Bien de Interés Cultural) de la zona. «Es un cambio de titularidad heredado del anterior gobierno. Le pedimos al Arnau un proyecto deportivo para intentar recolocarlos en otros campos, pero no lo han hecho», asegura el gerente de la Fundación Deportiva Municipal, José Vicente Berlanga, en referencia al club que lo regentaba, el club de barrio más pobre de la ciudad. Tan pobre, que pierde su «casa», una pieza de museo donde muchos turistas de paso aparcaban la bicicleta para hacerse la foto.

Desde que los holandeses idearon el césped artificial, en los años 90, jugar al fútbol en el polvo ha sido un ejercicio en extinción. Alfonso Rus hizo el resto.

Nadie pisa el santuario de arcilla desde mediados de septiembre, cuando el Ayuntamiento ordenó cortar la luz y el agua. «Una tarde llegamos y vimos que la nevera no enfriaba y nos temimos lo peor. Nos habían dejado sin servicio. Llevamos tiempo intentando hablar con el Ayuntamiento, pero nos han ido dando largas. No tenemos ningún escrito que nos diga que se termina la cesión», explican desde el Arnau Universal, que preside Juan Maceda, primo del exfutbolista Antonio Maceda.

El director deportivo, Soler Carrión, maestro de Secundaria, mantenía viva la instalación: pintaba las porterías, regaba el terreno con manguera y marcaba cada día de partido, y de entrenamiento, las líneas del campo con la carretilla de antaño. Un trabajo artesano que el resto de equipos de la ciudad, y de la mayoría de los pueblos olvidaron hace tiempo.

La eliminación del último campo de tierra del cauce deja a más de 300 jóvenes sin un sitio para jugar. El Arnau ha tenido que emigrar provisionalmente al campo de La Coma (Paterna) y su labor social en Valencia se queda vacía. El resto de campos de la antigua ribera del Turia, todos bien alfombrados, están cedidos a clubes que piden cuotas anuales superiores a los 500 euros, un precio inalcanzable para los hasta ahora usuarios del terreno de tierra.

Fueron construidos por la federación valenciana en los años 70 para dar vida al fútbol emergente de barrio de entonces. De titularidad municipal, hoy están cedidos a 4 equipos con escuelas privadas: Rumbo, Atlético Turia, Serranos y Ciudad de Valencia.

Para el Arnau, la pérdida del campo es especialmente dolorosa. Este año celebra su 50 Aniversario y organizaba un torneo al que estaban invitados, entre otros, equipos inferiores del Valencia y el Levante. No se jugará. La concejalía de Medio Ambiente le dará un nuevo uso en breve. Jugar al fútbol en un campo de tierra en Valencia ya es algo pretérito. Como el mismo río Turia, ausente del paisaje urbano del cauce desde los años 80.

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