El Valencia Basket asaltó el Basket Hall de Krasnodar y sorprendió al Lokomotiv Kuban para conseguir la tercera victoria en la Eurocup y dar un paso casi definitivo para no sufrir agobios para lograr el pase a la segunda fase de la competición. El conjunto taronja demostró temple y seriedad para sobreponerse al revés liguero del pasado sábado en Fuenlabrada y a la baja de Dubljevic.

El choque, además del triunfo, dejó más detalles positivos como la recuperación de un Van Rossom más entonado y con ritmo, los buenos minutos y aportación de Will Thomas, que firmó su mejor partido como taronja en lo que llevamos de temporada, o la adaptación cada vez más rápida de Kratvsov. que estuvo muy serio en la pintura. Por el contrario, se evidenciaron defectos que siguen acompañando a los de Pedro Martínez en lo que llevamos de año. El tiro exterior volvió a estar irregular con apenas un 18% de acierto. El lanzamiento del tiro libre, que en Fuenlabrada tuvo un peaje que costó el choque, ayer no mejoró demasiado con doce tiros fallados. Deberes a corregir desde ya para evitar sobresaltos.

Rochestie, amenaza rusa

Tras el salto inicial, se vio a un Valencia Basket ambiciso y con ganas de conseguir la victoria. Con Van Rossom y Kravtsov en el quinteto inicial, los taronja sorprendieron desde el inicio al bloque de Fotis Katsikaris con un juego serio, ordenado y productivo que llevó a conseguir las primeras ventajas en el marcador (3-11). El técnico griego giró el camino del partido con la entrada en la pista de Rochestie. El norteamericano fue un auténtico quebradero de cabeza para los valencianos y sobre todo para su marcador Vives, que apenas podía contenerlo. El base del Lokomotiv impulsó a su equipo para llegar con empate al final del primer cuarto (17-17).

El Valencia Basket, que acusó los cambios en el quinteto, siguió llevando la iniciativa durante el segundo cuarto aunque con un choque mucho más abierto que al inicio. Rochestie, que acabó con 20 puntos al descanso, lideró a los rusos antes del descanso para llegar con mínima ventaja local (34-33).

En la segunda parte, el conjunto de Pedro Martínez trató de mantener solidez ofensiva y ganar el apartado reboteador. Además, la aparición en escena de Diot revolucionó de manera positiva el choque para los los «taronja». El francés, que venía de hacer un mal partido en Fuenlabrada, asumió galones de mando y fruto del trabajo colectivo con Van Rossom, Thomas, Kravtsov o San Emeterio a buen nivel se alcanzó la máxima ventaja en todo el choque (44-54). Un triple desde campo propio del australiano Broekhoff, que mejoró el famoso lanzamiento de Llull en la Fonteta, dejó el marcador en 47-54 en el tercer cuarto.

Control «taronja» al final

El Lokomotiv Kuban, desnortado con un Rochestie que se desvaneció, encontró en Collins a su sucesor. El norteamericano tiró del carro y dejó el marcador en un suspiro (59-60). El Valencia Basket ni mucho menos se descompuso y echando mano de temple y experiencia consiguió aguantar las acometidas rusas, para salvaguardar así la iniciativa en todo momento en el electrónico con un parcial de 2-8 en los minutos más importantes del encuentro. Pensando en el average particular entre los dos equipos, el conjunto valenciano logró ampliar su ventaja hasta el 64-73 final. Triunfo redondo y de lustre.