En las motos, como en la vida, hay situaciones que son difíciles de explicar. Arón Canet, que debutaba esta temporada en Moto3, ha realizado un gran campeonato en el que ha acabado decimoquinto con 76 puntos. Ayer parecía que iba a ser su día. La última carrera, en casa, y partiendo desde la primera posición. Pero, justo antes de que el semáforo se pusiera en verde, la moto se le paró por motivos que ni él mismo se explicaba: «No sé qué ha pasado. Se ha parado la moto y ha sido totalmente una pena porque creo que podría haber ganado. O, al menos, estar luchando con los primeros de la carrera y haber intentado conseguir la victoria valenciana número cien». Canet prefería no decir lo que pensó al ver que la moto no iba, pero sí dejó claro que nunca se le pasó por la cabeza retirarse: «Yo no soy de abandonar. Tengo a todo mi equipo técnico trabajando para mi durante todo el fin de semana y no podía retirarme así», indicaba.

Respecto al desarrollo de la carrera, en la que acabó el decimonoveno, matizaba que le faltó que fuera más larga: «Iba recuperando posiciones y creo que con unas diez vueltas más hubiese llegado».

Sobre la temporada hace un buen balance: «La valoración es muy positiva, he aprendido mucho, pero en las últimas cinco carreras podría haberlo hecho mucho mejor». Eso sí, tiene claro que la próxima temporada aún estará más arriba: «Tengo muy claro que el próximo año voy a poder estar con los de delante en las carreras. Estoy seguro».

Su compañero de equipo, Jorge Navarro, reconocía que había preferido no arriesgar: «Acabar noveno no era lo que esperábamos, pero garantizarnos la tercera posición del campeonato era uno de nuestros objetivos, así que, como en las últimas vueltas sentía bastante fatiga en el hombro que tengo lesionado, he priorizado el terminar la carrera».