Si hay alguien que ha dado un salto de calidad este año en MotoGP este es Héctor Barberá. El piloto de Dos Aguas, acostumbrado a pelear con los mejores del mundo con medios mucho menores, no se achanta ante nada. Ahora, tras haber logrado acabar el Mundial el décimo, ya piensa en 2017 cuando le han asegurado desde Ducati que tendrá una moto mucho más competitiva.

Barberá hace balance de los últimos tiempos y, preguntado por si siente que se le valora lo suficiente en su propia tierra, lo tiene claro: «Creo que no. Se me ha metido mucha caña en la prensa no solo en cuestiones deportivas, sino extradeportivas. Al final a un piloto el talento no se le olvida y a ir en moto tampoco, es una cosa que uno tiene innata». Barberá reivindica el trabajo de él y de los suyos todos estos años: «No se ha valorado que hemos estado cuatro años sin medios y no se ha podido hacer nada. Ahora, que empezamos a tener medios, empezamos también a cosechar resultados». Y hace otra llamada más a la reflexión: «Hay 22 pilotos en el mundo que hacen este deporte y somos los décimos del mundo. Ya te puedo asegurar que no tenemos los medios para estar delante, porque si no podríamos estar mucho más arriba».

Pero él mismo es exigente y, a la hora de valorarse, se pone un bien: «Ha sido un año al que le podría poner un bien porque hemos sacado el máximo que teníamos, pero no un «muy bien» porque soy ambicioso y quiero más». Un plus que empieza ya esta misma semana: «Mañana empezamos una nueva era. Un nuevo proyecto y ya de verdad creo que hemos hecho méritos para merecer una moto buena y espero que así sea. Espero que llegue esa moto en condiciones de estar delante y que podamos estar más regularmente dentro de los seis o siete primeros y luchando por los podios».

Él explica que la moto de ahora era de 2014. «De ese año a 2015 en Ducati hicieron una moto totalmente distinta, con otro motor y bastante mejor. Pero de 2015 a 2016 ya es poca la diferencia. En mi caso, no he tenido igualdad de condiciones. El año que viene si la tendré, tal vez no del todo porque siempre voy un año después, pero ya dejará de ser una moto de tercera, para ser una de segunda», augura con esperanza.

Sobre la carrera de ayer, reconoció que fue de menos a más: «Si al inicio apretaba sabía que al final podía llegar con los neumáticos muy justos. He decidido ser más conservador al inicio e inteligente, conservando la goma. A mitad de carrera he empezado a apretar más».

Barberá llegaba al box entre aplausos y luciendo una bandera en memoria de Luis Salom: «Se le echa mucho de menos. Es un homenaje y llevar la bandera de Luis aquí es muy emocionante y siempre lo recordaremos con esa sonrisa y ese talento que él tenía. Ha sido muy bonito llevar la bandera delante de toda la gente».