Si el encuentro contra el Granada era ya calificado como «una final» por Cesare Prandelli, la visita a Sevilla, una de las canchas más exigentes del campeonato, redobla su presión tras el pobre empate que se sumó en la última comparecencia en Mestalla. El técnico valencianista repitió ayer el particular mantra en el que lleva insistiendo en las últimas semanas. «Trabajo, humildad, unidad, paciencia». Conceptos de base innegociables a los que ayer añadió otro, especialmente indicativo para medirse al Sevilla de Jorge Sampaoli: «Contragolpe, contragolpe, contragolpe», afirmó, por triplicado, como a martillazos, Prandelli.

La «ripartenza», el contragolpe, será el recurso principal para desbaratar el fútbol fluido de un Sevilla que, en opinión de Prandelli, llega a desplegar un fútbol casi perfecto: «No hay ningún equipo perfecto, pero en ocasiones el Sevilla juega como un equipo perfecto. Lo vimos en la primera parte contra el FC Barcelona.Ante eso tenemos que pensar en contragolpe, contragolpe, contragolpe».

Prandelli fue cuestionado por la manera en la que ha afrontado durante la semana la necesaria terapia psicológica hacia una plantilla atacada por la ansiedad, sobre todo en Mestalla. El exseleccionador italiano repitió una de sus máximas. Cuando el equipo responda como un bloque, ganará en confianza: «Hemos hablado mucho con los jugadores. La solución llega cuando todo el equipo tiene la misma respuesta a un problema determinado. Es importante que todo el mundo tenga la misma respuesta y que ésta no sea individual».

Para Prandelli, sin el factor psicológico y el dominio de las propias emociones sobre el terreno, no se puede entender el fútbol ni ser competitivo: «Hay que tener cabeza. Sin cabeza el fútbol es un desastre. Quiero que juguemos con cabeza y ganas de vencer», afirmaba Prandelli, que exigió que su equipo se exhiba de modo pasional, «con ganas de amar esta camiseta».

La mente es otra variable decisiva para entender uno de los traumas defensivos del Valencia, como es encajar goles en la franja de la llamada Zona Cesarini, en los cinco últimos minutos de cada periodo: «Nada más llegar al equipo expuse a los jugadores esos datos», confesaba Prandelli. «Seguimos encajando goles en esas fases y, ante eso, hay que defender con más concentración y un punto mayor de malicia». Las dudas en la alineación de esta noche en el Sánchez Pizjuán pasan por el tercer central que acompañe a Mangala y Garay (todo apunta a Abdennour) y no se descarta que Siqueira parta de titular. Según Prandelli, está para aguantar «a buen nivel durante 60 minutos».

Sampaoli valora al Valencia

En Sevilla no se fían del Valencia. El capitán Vicente Iborra señalaba el jueves a los de Mestalla en Levante-EMV como «un rival directo» y ayer el técnico Jorge Sampaoli confirmaba al Valencia como un lobo con piel de cordero: «Llega un adversario que tiene menos puntos de los que merece», avisaba.