­La incesante lluvia que ayer descargó el cielo sobre la ciudad de Valencia obligó a aplazar el encuentro entre el Levante UD y el Rayo Vallecano en el Ciutat de València, previsto para las 20.00 horas. Ambos clubes iniciaron ayer las conversaciones para buscar una nueva fecha para la disputa del partido, pero no se anunció ningún acuerdo.

Entre los días barajados para el choque están el miércoles 14 de diciembre, el miércoles 21 de diciembre y el miércoles 4 de enero. El preferido, según varias fuentes, es el 21 de diciembre, ya que el siguiente fin de semana no hay Liga por ser vacaciones navideñas. Cabe destacar que los dos conjuntos están eliminados de la Copa del Rey, por lo que la flexibilidad del calendario para jugar el encuentro es amplia. Por otro lado, se descartó que el partido se aplazara a hoy lunes o mañana martes, ya que la previsión es de lluvia en Valencia.

A las siete y media de la tarde, la megafonía de Orriols informó de la posibilidad de una suspensión del encuentro mientras la lluvia seguía arreciando. A falta de un cuarto de hora para las ocho, el colegiado, Isidro Díaz de Mera, saltó al césped con Pedro López, capitán del Levante UD, y Trashorras, su homólogo en el Rayo, para probar el efecto del balón. El esférico no rodaba ni botaba, se frenaba en un césped anegado, por lo que se decidió aplazar en el encuentro.

El capitán del Levante UD explicó poco después que era una «locura jugar». «El campo estaba muy mal, las predicciones meteorológicas no eran demasiado buenas, se ha tomado una decisión lógica porque el campo estaba impracticable y también evitamos cualquier tipo de lesión de los futbolistas. Es que no se podía jugar, era imposible, hay un momento que ha parado pero luego ha comenzado otra vez a llover fuerte. Era una locura porque iba a seguir lloviendo. Nadie quiere aplazar un partido pero se ha hecho bien», destacó. En la misma línea se mostró Trashorras. «Al no jugar ninguno la Copa del Rey, pues es más sencillo que se confirme una fecha pronto», zanjó.