El Gran Premio de la Motociclismo de la Comunitat Valenciana tiene a su público fiel y no se trata de una parte irrelevante. Nada menos que la mitad de los aficionados que acude los últimos años a la cita de Cheste, repite al año siguiente. El 50%, exactamente, según el estudio que encargó el Circuit Ricardo Tormo a la multinacional Milward Brown y que ayer desgranó el director del trazado, Gonzalo Gobert. Lo hizo durante la conferencia «El impacto económico del Gran Premio de Valencia», organizada por el Grupo de Trabajo de Economía del Deporte del Colegio de Economistas de Valencia (COEV), recientemente constituido para estudiar la dimensión económica del mundo deportivo.

El director del Circuit de Cheste repasó los datos que convierten al GP de la Comunitat Valenciana «en el evento que más gente mueve» de España. Un repaso objetivo de números resumido en su impacto económico: en torno a los 50 millones de euros en el fin de la semana de la carrera de 2016, teniendo en cuenta la referencia de los 38 millones que los «moteros» se dejaron en la Comunitat Valenciana en 2013, según el citado estudio. Como resultado del aumento de visitantes en los tres últimos años, con una asistencia de más de 202.000 espectadores durante los tres días del GP de este año, Gobert avanzó que en 2017 «se volverá a colgar el cartel de "no hay billetes"». La afirmación está justificada en el porcentaje de entradas vendidas a estas alturas del curso, cuando la temporada ni siquiera ha comenzado. «Ya hemos vendido el 11 % para el próximo GP», anunció, lo que supone un aumento de tres puntos con respecto al otoño pasado.

El escrutinio de datos que maneja el Circuit Ricardo Tormo permite conocer, por ejemplo, que el 20 % de los espectadores foráneos viaja a Valencia con al menos un familiar, con el consecuente impacto económico que supone. Cada uno de los asistentes gasta una media de 368 euros. «Pero el que más gasta es el aficionado extranjero que viene solo», matizó Gobert. Con el lleno asegurado y líder de los grandes premios del Mundial en asistencia, la carrera de Cheste tiene bien definida su estrategia para sobrepasar su propio techo: el aumento de entradas VIPS. Hay demanda. «Representan el 16% y queremos llegar al 30 %», dijo Gobert. «Podríamos llenar medio circuito más, pero nos cargaríamos el producto», matizó. Otro esfuerzo para compensar el gasto que supone para la Generalitat Valenciana, que paga un canon de 9 millones de euros al año. Con un 91 % de días de actividad al año, el Circuit costó en su día 60 millones de euros. «Pero su existencia está más que justificada», dijo Gobert.