Víctor Ruiz y Laura Méndez se han impuesto en la San Silvestre de Valencia. Más de 20.000 personas tomaron la salida de una carrera para la que se vendieron 18.000 inscripciones al precio de un euro. Una multitudinaria carrera que cada participante gestiona a su manera. Los menos, buscan sus mejores tiempos en una distancia corta (5,5 kilómetros) que permite sacar pecho a todos los que tienen preparación física a tono. Los hay quiénes se ponen las zapatillas, sin habérselas puesto en mucho tiempo, para tratar de quemar calorías antes de la Nochevieja y son, la mayoría, los que se toman la San Silvestre como una fiesta. Con mucho humor, pues como cada año fueron miles los que se presentaron en la salida con todo tipo de disfraces y atuendos. De eso se trata principalmente. Más allá de los que compiten por la victoria, que son unos 100, el resto está principalmente para dar colorido a la prueba.

Desde la Calle Xàtiva hasta la Plaza del Ayuntamiento, pasando por Guillem de Castro, Blanquerías, Plaza de América, Navarro Reverter, Calle la Paz y San Vicente, la San Silvestre fue una serpiente multicolor. Mucho de los participantes la completaron andando, sin ningún tipo de estrés, y disfrutando del paisaje urbano bajo la penúltima luna de 2016.