La implicación de Fede Cartabia con el Valencia es nula, y ayer quedó de nuevo comprobado. El mediapunta argentino literalmente se borró de la convocatoria para jugar hoy contra el Celta en la Copa del Rey (19.00). A pesar del apremiante estado de necesidad del Valencia y del elevado número de bajas, el jugador trasladó al entrenador, Voro González, que no se sentía motivado para disputar el encuentro. Una declaración de rebeldía encubierta en toda regla para forzar su salida inmediata al Deportivo de la Coruña, club en el que Fede, que acaba contrato el 30 de junio, jugó como cedido y al que quiere regresar a toda costa.

La respuesta de Voro fue categórica, y no incluyó al jugador, de 23 años, en la citación: «Solo quiero futbolistas dispuestos a darlo todo», señaló Voro, que se encargó personalmente de revelar en sala de prensa el plante del futbolista. El técnico de l'Alcúdia citó en su lugar a Sito, extremo zurdo del Mestalla.

«La situación es que al acabar el entrenamiento me ha dicho que no está, que anímicamente no está, y a última hora hemos tenido que llamar a Sito para completar la convocatoria», relataba ayer Voro. Fuera de los planes deportivos de la primera plantilla, el proceso a seguir con Fede depende, en opinión de Voro, de lo que ya decida el club: «A partir de ahora este es un tema que deberá hablar con el club. Yo quiero jugadores comprometidos y si un futbolista jugador me dice que no quiere jugar, está claro que el tema pasa a ser del club».

Una atención menospreciada

Hasta el momento, el Valencia había mostrado con Fede una comprensión tan generosa que iba más allá de los gestos del futbolista hacia el club y, sobre todo, su rendimiento en el césped, que ha sido irrelevante. García Pitarch ha tratado con cariño en sus declaraciones públicas al jugador, intentando implicarlo hasta el punto de anunciar su voluntad de renovarle a pesar de que Fede ya quiso marcharse al Deportivo en el último día del mercado de verano. Además, Cesare Prandelli también dio oportunidades reiteradas al futbolista, incluso como titular, para que se reivindicase, sin ofrecer a cambio un mínimo nivel exigible.