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Una historia de 85 años de deporte para personas sordas en València

La Asociación Valenciana de Personas Sordas fundó en 1932 el Club Deportivo de Personas Sordas de Valencia. Actualmente compite en pádel y bolos, pese a que en los últimos años ha formado equipos en numerosos deportes

Una historia de 85 años de deporte para personas sordas en València

María José Fuster busca en la amplia vitrina de trofeos y, entre varios títulos de campeonatos de petanca, pesca o dardos, señala una foto en blanco y negro. Sonríe. «En los años del franquismo teníamos un equipo de fútbol que era el mejor de España. Ganaron la Copa seis temporadas consecutivas y nadie quería jugar contra ellos. Ahora no tenemos equipo», explica con un punto de nostalgia. Fuster es la presidenta de la Asociación Valenciana de Personas Sordas (AVS), una entidad con sede en el barrio de Torrefiel y fundada en en 1926. Apenas seis años después de nacer, en 1932, los socios formaron el Club Deportivo de Personas Sordas de Valencia.

Ahora, 85 años y centenares de galardones y trofeos después, el club continúa en marcha, aunque las circunstancias han cambiado. En la actualidad, el club deportivo cuenta con un total de 17 jugadores -la asociación tiene cerca de 320 socios inscritos- y sólo compite, en estos momentos, en el torneo autonómico de pádel y el de bolos. «Ojalá el año que viene se anime más gente y podamos participar en más competiciones con más equipos», incide la presidenta. En este sentido, el club ha presumido recientemente de representación en fútbol, fútbol 7, fútbol sala, dardos, bolos, tenis de mesa, petanca, pádel...

Pese a que vivió tiempos mejores, el Club Deportivo de Personas Sordas de Valencia es uno de los más importantes de España. Por eso el año pasado la Federación Española de Deportes para Sordos (FEDS) encargó al club la organización de la segunda edición de la jornada «Mujer Sorda y Deporte». «Estamos muy orgullosos del acto que preparamos, gracias a los patrocinadores que tuvimos. Hace dos años, además, acogimos también el torneo de pádel, en el que participaron unas 80 personas. No es fácil, porque cada uno tiene que pagarse el desplazamiento y demás de su bolsillo. A veces conseguimos alguna subvención para ayudar a la gente, bien de la federación o bien del Ayuntamiento. Es una ayuda muy importante para que la genta pueda participar», prosigue María José Fuster.

Además de la federación española, en el ámbito autonómico el club forma parte de la Federación de Deportes Adaptados de la Comunitat Valenciana, donde también se encuentran otras entidades deportivas valencianos de personas sordas de València, Burjassot, Almussafes, Gandia... Una realidad que se deriva del nacimiento de nuevas asociaciones de personas sordas en los últimos tiempos. «En cada asociación de personas sordas hay menos socios, la tendencia es a la baja. Por ese motivo los deportistas sordos están más separados, más repartidos en distintos clubes valencianos», apunta la dirigente.

Las sordolimpiadas

«Las personas sordas podemos hacer lo mismo que las personas oyentes. Sólo se necesita una adaptación para que la información llegue a través de otro canal que no sea el auditivo como, por ejemplo, la luz, un pañuelo? No ocurre como con otras discapacidades. Aún así, en casos como el pádel, los oyentes tienen ventaja porque a través del sonido se puede saber con qué velocidad sale la pelota», relata Fuster mediante Olga, una empleada de la AVS que interpreta la lengua de signos.

De hecho, los deportistas sordos no participan en las paralimpiadas, ya que cada cuatro años se celebran las sordolimpiadas. Un evento deportivo creado en 1924, el primero para personas con discapacidad. Este verano serán en la ciudad de Samsun, en Turquía. «Cada comunidad elige a sus mejores deportistas y luego la federación conforma la selección de personas sordas», aclara Fuster. Puede que algún día, uno de los miembros del Club Deportivo de Personas Sordas de Valencia suba a lo más alto del cajón olímpico.

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