Si el Valencia logra vencer mañana al Leganés, Voro González habrá igualado, en solo dos meses, el número de victorias, cuatro, conseguidas en Mestalla en el campeonato de Liga durante todo 2016 por sus predecesores. El año pasado, entre Gary Neville, Pako Ayestarán y Cesare Prandelli solo lograron sumar cuatro pírricos triunfos en casa. Una racha, la peor de la historia, que hizo del Valencia un equipo extremadamente vulnerable ante sus aficionados.

Uno de esos triunfos, además, se lo atribuyó el propio Voro, ya en la presente temporada, en su periodo de regencia entre la salida de Ayestarán y el fichaje de Prandelli, al derrotar al Alavés por 2-1, con gol en el último instante del duelo de Dani Parejo, de penalti.

Del resto de victorias, una vino facturada por Gary Neville (2-1 contra el Espanyol, el 13 de febrero de 2016), y otras dos por Pako Ayestarán (2-1 ante Sevilla, 4-0 contra el Eibar, el pasado mes de abril). Por su parte, en tres meses de estancia en València, Prandelli se marchó sin ver ganar a su equipo en Mestalla (sí lo hizo en Copa del Rey).

A lo largo de 18 partidos, Mestalla fue un fortín continuamente expoliado. Aparte de las victorias mencionadas, se rascaron cuatro empates y se sufrieron hasta 10 derrotas. De los 54 puntos posibles, solo se conquistaron 16, un 30 % del total.

Voro ha volteado una trayectoria sangrante, que hacía de cada comparecencia en Mestalla un ejercicio de sufrimiento para una hinchada que, sin embargo, no bajó su asistencia a Mestalla. En su comparecencia de prensa previa a enfrentarse al Real Madrid, Voro reconocía que recuperar Mestalla había sido una de sus obsesiones cuando supo que debería dirigir al equipo hasta final de temporada: «Sin Mestalla no somos nada. Mestalla es la llave». La prueba se ha visto en solo cuatro partidos. El Valencia ha derrotado a Espanyol (2-1), Athletic (2-0) y Real Madrid (2-1). El único traspiés, accidentado, fue la derrota contra el Eibar por 0-4. Sin embargo, sí se ha conseguido que Mestalla deje de sentirse como un estadio ajeno para los valencianistas, y vuelva a ser un lugar seguro.