P. ¿Es importante el hecho de haber jugado antes al rugby para luego ser árbitro?
R. Algo muy importante dentro del arbitraje es que el colegiado tiene que entender el juego. El árbitro puede leerse el reglamento y aprenderlo, pero eso también lo puede hacer cualquiera. El tema ya es entender el juego. Porque las reglas las tienes que aplicar dentro del campo. El tema es interpretar, saber el juego, saber lo que va a pasar e intentar evitarlo. Y que, a partir de ahí, se jugué más.
P. Da la sensación de que el árbitro de rugby, con su micrófono, realiza además una labor educativa y explicativa...
R. En el campo tenemos unas señas. Las conoce el que está muy metido en el rugby. Pero el que se sienta en la grada o en la televisión le gusta saber lo que pasó. Al tener el micrófono y poder escucharlo estás en casa y te enteras de lo que sucede en el campo.
P ¿No le da miedo que, si tiene un fallo, lo todo el mundo por la televisión?
R Todos somos humanos y, si te equivocas, pides disculpas. Hay que saber que te has equivocado, asumirlo, y pedir disculpas. Yo he mandado más de un whats up a un jugador de División de Honor diciéndole que me he equivocado y asumiendo mi fallo.
P En el rugby se protesta mucho menos que en el fútbol...
R Desde que somos pequeños, siempre nos enseñan que el árbitro es una figura que está para ayudar y que nada más se comunica el capitán. Entonces existe la protesta o la consulta, pero nada más la hace el capitán. No se te juntan los quince jugadores alrededor tuyo como en el fútbol para saber qué pitaste. Si algún jugador quiere saber qué y por qué pitaste, se lo pregunta al capitán y el capitán me lo pregunta a mí. Y lo explico. Nada más.
P. ¿Entonces está prohibido hablarle al árbitro?
R. No está prohibido hablarle al árbitro, porque hay otros jugadores que se te acercan y tú, de buena manera, los atiendes, pero sí que está penalizado el pasarte del punto de educación. Eso te puede costar hasta puntos en contra. Los jugadores se dan cuenta de que el perjuicio para el equipo es muy grave y que no llegan a nada.
P. ¿Qué piensa cuando ve esas montoneras alrededor de un árbitro de fútbol? ¿No piensa que el rugby es un modelo a seguir?
R. No sé si el rugby es un modelo a seguir porque son deportes distintos y culturas distintas. Pero está claro que la figura arbitral en el rugby se la respeta mucho más. Que se te junten los quince jugadores es algo impensable. También lo que estoy viendo últimamente en el mundo del fútbol es que en LaLiga se le está dando mucha importancia a los fallos del árbitro y resaltando sus errores. Yo no sé si se está buscando algo más de la crítica al árbitro. Creo que esta presión viene porque están intentando meter la tecnología en el mundo del fútbol. Para mí viene por ese lado. En las últimas Ligas he visto errores arbitrales, porque todos los vemos, pero nunca he visto que se machaque tanto al árbitro una jornada detrás de la otra.
P. ¿Hasta qué punto es buena la tecnología en el deporte?
R. En el rugby se comenzó a implantar la tecnología en el año 2001. Cuando empezó todo el asunto de la televisión, se tardaban cinco minutos en decidir si había ensayo o no. Todo esto ha ido evolucionando. En el fútbol tiene que pasar lo mismo. Empezar y que haya una evolución.
