El Valencia Basket volvió a golpear primero y derrotó a un buen Hapoel en la Fonteta que como tantos otros equipos se vio superado por el gran derroche del conjunto de Pedro Martínez y por el empuje de los aficionados taronja que volvieron a caldear el feudo valenciano.

El equipo valenciano supo sufrir y sobre todo mesurar la desigualdad en la rotación respecto a su rival para con la defensa esa arma que tantas veces ha mostrado, el talento en los momentos más candentes y el corazón noquear al conjunto de Israel.

El pabellón de los Hermanos Maristas volvió a ser una auténtica fortaleza y el Valencia Basket sabedor de que si alguien quiere la Eurocup tendrá que ganarle en su plaza ha trasladado toda la presión al potentado Hapoel de Stoudamire que se ha quedado sin margen de error de cara al segundo envite de la serie y que tendrá lugar el próximo viernes.

Ayer pocos se acordaron de las bajas, esa es la mejor noticia de un grupo solidario, afanado en trabajar por el compañero lejos de las estadísticas y lucimiento individuales. Ante esta perspectiva al seguidor taronja solo le quedó el rendir de nuevo su admiración por el equipo y el disfrutar posteriormente de una victoria que acerca algo más el cuarto título continental del club. Matrimonio perfecto.

La primera parte del choque fue tan bonita como intensa. El Valencia Basket se encomendó a su tiro exterior ya que en la pintura Dubljevic sufría con el poder intimidatorio de Stoudemire. Con una igualdad latente y una defensas muy activas que propiciaban contraataques el conjunto de Pedro Martínez consiguió llegar con una mínima ventaja (20-19). Los peores minutos de los valencianos llegaron después.

El Hapoel Jerusalén con un gran Kinsey y los puntos bajo aros de Jones infringieron un parcial de 2-10 que obligó a Pedro Martínez a parar el partido en lo que fue la máxima del los israelíes en el partido (22-29). Una mejoría en el rebote ofensivo y en la defensa permitió al Valencia Basket igualar el parcial y mantener su mínima renta al descanso (36-35). El arranque del tercer cuarto marcó el primer momento importante del choque para los taronja que con un gran trabajo atrás infringieron un parcial de 11-2 al Hapoel para lograr una ventaja interesante en el comienzo de la segunda mitad (47-37). El tiempo muerto posterior de Pianigiani surtió efecto en los suyos que tras un triple de Peterson se volvieron a meter de lleno en el partido (49-46). Unos buenos minutos de un hasta entonces casi inédito Thomas volvieron a dar aire al Valencia Basket aunque el talento individual del Hapoel Jerusalén no permitía estirones en el electrónico (58-56).

Con un partido abocado a un final de cara y cruz el conjunto de Pedro Martínez quiso dar el golpe de efecto letal al partido. Un enorme desgaste defensivo desactivó a los de Pianigiani y un arrojo de de Sastre que tras robar el balón y concluir la jugada con un mate elevó los decibelios de la Fonteta (69-59). Aunque no sería justo nombrar a solo un jugador, Fernando San Emeterio concluyó la faena con unos minutos de auténtico recital. Suyos fueron los últimos ocho puntos del encuentro anotando con su plasticidad habitual y con dos triples que pusieron el colofón a una Fonteta ya entregada a su equipo.

El viernes se disputará el segundo partido de la serie, o lo que es lo mismo, la primera opción de volver a la final de la competición más leal a la historia del Valencia Basket.