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25 años del mejor partido de balonmano de la historia

El Avidesa ganó la Copa del Rey de 1992 ante el Barça en la muerte súbita, tras dos prórrogas, y con uno menos - Vasile Stinga marcó de penalti el gol decisivo y Selma acabó de portero-jugador

25 años del mejor partido de balonmano de la historia

Los entendidos dicen que es, probablemente, el mejor partido de la historia del balonmano español. Esta semana se cumplen 25 años de la victoria del Avidesa Alzira en la Copa del Rey de balonmano ante el FC Barcelona, en el Pabellón Anaitasuna de Pamplona (26-25) en la muerte súbita y después de dos prórrogas. Con un jugador menos en la pista, y con un portero-jugador, algo insólito en la época, el equipo valenciano logró el título tras un gol de penalti marcado por el rumano Vasile Stinga al mítico Lorenzo Rico.

Tras una fase final espectacular, en la que el Avidesa se impuso contra pronóstico al Granollers (también en la muerte súbita) y al Teka, en aquellos años dos potencias del balonmano español, todo parecía que el conjunto dirigido por uno de los gurús del balonmano nacional, César Argilés, caería victima del desgaste en el último partido del torneo ante el todopoderoso FC Barcelona de los Urdangarín, O´Callaghan, Portner, Vukovic, Masip... Sin embargo, aquel equipo valenciano tenía, además de la calidad jugadores como Stinga y Voinea, un tremendo espíritu competitivo que imprimían gente de la casa como Alemany, Esquer, Selma o Eduardo Sala.

El Avidesa levantó en marzo de 1992 la primera Copa del Rey de su historia, 21 años después de que el histórico Marcol lograra la Copa del Generalísimo, también en Pamplona, en 1971. El Avidesa se fundó en 1989, cuando el Caixa Valencia se trasladó a Alzira, y con pepe Ibarra como presidente logró la Copa del Rey en 1992 y la Copa EHF en 1994. El club se disolvió en julio de 1995 debido a las deudas con los jugadores. Más de 100 millones de pesetas.

Aquella histórica final de Copa en Pamplona fue un partido espectacular. Con un desenlace final inesperado. El Avidesa vivió sentado en una bomba de relojería. Al final del encuentro se llegó con empate (22-22). La igualdad se mantuvo en la primera prórroga (25-25). Nueva interrupción del juego. En el sorteo, la moneda sonrió a Paco Otero, capitán del Avidesa, que ganó la posesión de la pelota.

Con un hombre menos por expulsión de Alemany, César Argilés optó por jugar sin portero para equilibrar el número de jugadores en la pista, y Selma se pone la camiseta del meta Jaume Fort. «A río revuelto, ganancia de pescadores», dijo el entrenador. Eduardo Sala se juega un lanzamiento en rectificado que golpea en las piernas de la defensa del Barça, el balón le cae a Stinga quien desde el extremo entra en la zona y el árbitro González Berridi pita penalti porque Vukovic defendió dentro del área. El propio Stinga bate a Rico desde los siete metros. Un lanzamiento que vale una Copa.

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