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Golf

Sergio García alcanza la excelencia

El golfista valenciano rompe en el Master de Augusta su maleficio de no ganar un «major» después de 73 participaciones

Sergio García alcanza la excelencia

El golfista valenciano Sergio García (Borriol, de 37 años) entró, en la madrugada del lunes, en el olimpo de los grandes deportistas españoles. Tras muchos años de éxitos intermitentes, pero casi siempre entre los 10 primeros del mundo y fijo en la Ryder Cup -el legendario torneo que enfrenta a Estados Unidos contra Europa-, se graduó en Augusta en la madrugada de ayer. Le faltaba un grande, un «major», y lo hizo en plena madurez deportiva y personal. El abrazo y el beso con su futura esposa, la periodista texana Ángela Akins, al embocar el putt decisivo en el hoyo del desempate, es más que la imagen de un triunfo. Es la culminación de un gran deportista reñido, hasta ayer, con la excelencia. Con los momentos de gloria sólo reservados para los mejores.

García recoge el testigo de Severiano Ballesteros (1980 y 1983) y José María Olazábal (1994 y 1999), los únicos españoles que se habían vestido con la chaqueta verde. Lo hizo tras ganar el desempate ante Justin Rose, el campeón olímpico, con una calma sorprendente, como indicaba su sonrisa en los momentos más trascendentes del torneo. Tenía motivos para estar nervioso. En 2007, perdió el desempate en su intento de adjudicarse un primer título de Grand Slam, el Open Británico, tras un final de infarto en el campo escocés de Carnoustie. Entre aquel putt errado al de Augusta, 10 años después, hay un cambio. Un cambio de fortaleza mental. «Ya no tendré que volver a responder nunca más si soy el mejor jugador que no ha ganado nunca un grande», dijo ayer en Augusta.

Con 25 victorias profesionales en la mochila, a Sergio García se le reprochaba, efectivamente, no haber levantado uno de los 4 majors (Master de Augusta, Open Británico, Abierto de Estados Unidos y Campeonato de la PGA). «A lo mejor ahora tendré que responder si soy el mejor jugador que sólo ha ganado uno. Podré vivir con eso», replicó en el club social de Augusta, acompañado de su novia y con la satisfacción de quien se sabe triunfador. Los medios de Estados Unidos coinciden en que el jugador de Borriol, llamado a firmar jornadas memorables desde su irrupción en el circuito profesional, se hizo «por fin grande». «La clave ha sido la demostración de mi carácter y mi mentalidad. Pensé de manera positiva cuando las cosas no me salían», abundó García.

Su victoria en Augusta llega 18 años después de su irrupción en el mismo campo, con su victoria como amateur. Dieciocho años y 73 partipaciones en majors después, el nombre de Sergio García, de 37 años, brilla junto a los de Ballesteros y Olazábal. El azar quiso, además, que su triunfo llegara el día que Severiano hubiese cumplido 60 años.

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