La alegría por la victoria del golfista borriolense es inmensa en el Club de Campo del Mediterráneo de Borriol. No se hablaba ayer de otra cosa en el lugar donde García creció y aprendió a jugar al golf junto a su padre. «Con este torneo, Sergio García pasará a ser otra leyenda del golf en España como lo son Severiano Ballesteros y José María Olazabal», afirmó ayer el gerente del Club de Campo del Mediterráneo Fernando Rodríguez.

La victoria en el Masters de Augusta, el primer de los cuatro grandes torneos de la temporada de golf, ha llenado de alegría a su municipio natal y, por descontado, a su club de golf. «La victoria de Sergio nos ha llegado con mucha alegría e ilusión. Fue un momento muy emotivo ver cómo ganaba. Vimos la final del torneo en directo con un grupo de trabajadores del campo», explicó Fernando Rodríguez, que destacó que García «es un referente para nosotros y es un honor que sea el propietario del club».

«El partido fue muy emocionante. El rival era muy complicado y se dieron un par de momentos en los que parecía que Sergio estaba un poco atascado, pero sacó su raza competitiva y sacó el partido adelante. Al final, consiguió un triunfo muy brillante. Fue muy emotivo», dijo Rodríguez, que incidió en que «en nuestro entorno comentábamos que estaba en un muy buen momento. Veíamos bastantes probabilidades de que consiguiera un triunfo como este».

Sergio García se crió en estas instalaciones. Su familia vino a Castelló cuando su padre, que es además su entrenador, fue junto a su madre a trabajar al club como profesor de golf. Cuando visita el club, García comparte su afición por el golf con el resto de socios. «Es un persona muy llana y accesible. Cuando está aquí, es uno más. Transmite una gran afectividad», incidió Rodríguez.

«Vi el partido en mi casa con mi profesor. Sergio jugó un gran torneo. Este año lo está haciendo muy bien, puede ganar más títulos importantes. Está muy concentrado y si quiere, puede ganar más torneos de los grandes Lleva 20 años entre los mejores jugadores del mundo», subrayó ayer el joven golfista Thomas Braggins, de Manchester, que entrena en Borriol.