El verano se presenta agitado en cuanto a la planificación de la plantilla del Valencia Basket para la campaña 2017-18. Ninguna decisión se tomará sin contar con el entrenador, con el fin de no hipotecar el proyecto independientemente de si sigue o no Pedro Martínez. Ahora mismo, solo cuentan con contrato asegurado para la próxima temporada Sastre, Oriola y Dubljevic. Este último fue protagonista ayer tras anunciarse una renovación y ampliación de su contrato por tres temporadas más, hecho que el propio jugador desmintió a este periódico. «Yo solo he dicho que estoy contento en Valencia, pero aún no sé nada de una renovación», indicó.

El club taronja tiene decidido ejecutar la opción de renovar un año más a San Emeterio, quien ha manifestado su predisposición a continuar.

En el puesto de bases, Diot y Vives acaban contrato, mientras que sobre Van Rossom existe una opción para poder extender su vinculación. El belga se encuentra ahora mismo en proceso de recuperación tras ser operado la pasada semana en su rodilla. Con Vives se antoja una operación compleja, dado que el catalán va a ser una pieza codiciada. El Barcelona, que ya lo quiso la pasada temporada, lo tiene entre sus futuribles. El Valencia Basket ya ha sondeado el mercado de bases con nombres como el de Micic o Westermann.

Una de las grandes decisiones llegará con Rafa Martínez, cuyo contrato podría ser abortado por el club. El club deberá sopesar el rendimiento del capitán y también su trascendencia en el vestuario. Con Sato se vivirá una situación similar, aunque la idea es poder contar con el africano un año más. En el juego interior, Sikma cuenta con pretendientes, mientras que Kravtsov y Tobey acaban contrato. Con Thomas existe una opción unilateral para que continúe. Bogris, del Tenerife, ha sido vinculado con los taronja y también con el Baskonia.