La extraordinaria temporada del Valencia Basket tendrá efectos positivos en todos los frentes del club. Por supuesto, también en el caché de sus jugadores, en boca de todos estos días por el magnífico baloncesto practicado en la pista. La consecución de la Liga, después de haber logrado el subcampeonato en las otras dos competiciones que ha disputado, la Copa y la Eurocup, ha acelerado la progresión de los jugadores más jóvenes y ha confirmado a los veteranos. De forma, que a varios de ellos se les abre, o reabre, dependiendo del caso, las puertas de la selección española. Es el caso de Joan Sastre, en el primer caso, y de Guillem Vives y de Fernando San Emeterio en el segundo. Sin olvidar nombres como el de Pierre Oriola. El hecho de que el ayudante de Pedro Martínez, Jaume Ponsarnau, sea también el del entrenador de la selección, Sergio Scariolo, no puede pasarse por alto. El técnico italiano elogió estos días el juego «dinámico y fresco» del campeón de Liga.

Fernando San Emeterio (Santander, 1984) es uno de los miembros de la plantilla taronja con más recorrido. Con 33 años, es el tercer jugador, después de Jesús Lázaro y Walter Herrmann, en ser ganador de dos Ligas ACB con dos equipos distintos que no sean Real Madrid ni el FC Barcelona. Antes, la había ganado con el Baskonia. Con la selección española suma 3 medallas en el Eurobasket (dos oros en Lituania 2011 y Francia 2015 y una plata en Eslovenia 2013), así como el subcampeonato en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. En los últimos juegos, los de Río 2016 del pasado verano, se quedó fuera por muy poco. Fue el último descarte de Sergio Scariolo, que ahora seguro se habrá apuntado su nombre para futuros compromisos.

Quien llama otra vez con fuerza a las puertas de la selección es Guillem Vives (Barcelona, 1993). El base catalán, uno de los más prometedores del baloncesto español y pretendido por el FC Barcelona, participó también con España en la medalla de oro conquistada en el Eurobasket de Francia. Scariolo lo incluyó también en la prelista para Río 2016, pero fue uno de los 4 descartes. Vives ha participado poco en los play-offs por la Liga, renqueante de un esguince de tobillo, pero fue un jugador determinante durante gran parte del campeonato.

En la lista de futuribles aparece, obligatoriamente, Joan Sastre (Palma de Mallorca, 1991). La temporada del alero balear ha sido magnífica. Sastre ha mostrado una clara línea ascendente a lo largo de la temporada. Un jugador dinámico que ha aportado flexibilidad al conjunto dentro de la pista, oxígeno puro en los momentos determinantes. Su mate en la última acción del partido decisivo de la final, en La Fonteta, ya ha quedado grabada en el libro de historia del Valencia Basket. El alero mallorquín, con 26 años, ha sido internacional en las categorías sub´18 y sub´21 y su llamada a la selección absoluta puede ser cuestión de tiempo.

También asoma la cabeza Pierre Oriola (Tárrega, 1992), que ha multiplicado sus recursos.