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Federación Universitaria Española

Usano, alma mater del deporte universitario

Usano, alma mater del deporte universitario

Al abrir las páginas de los periódicos valencianos de los años de la República y acudir a la sección de Deportes el nombre del médico Manuel Usano aparece vinculado a la FUE y a la práctica totalidad de los deportes: la natación (Mínguez, Monfort, Bolea, Busquets, Abrahasson), el hockey, el atletismo (Poveda, Sancho, Espert, Climent, Tramoyeres, Julve, Perales, Collado, Torres, Nacher, Agulló, Bonet, Gascó, Borrás, Malea, Abril), el esquí, el montañismo, wáter-polo (Bonet, Molero, Leone, Delfín, Román y Morales), el rugby (Espinosa, Pujalte, Soria, Uribes, Peris, Segovia, Aguado, Benavent, Moscardó, Solís, Robles, Codoñer, Georgacópulos y Cantó), el fútbol (Georga, Canut, Nebot, Royo, Mariner, Bonet, Larroda, Picó, Coll, Lluesma, Boronat, Bono) o el baloncesto (Alriols, Bonet, Espinosa, Caparrós, Collado). Si consultamos los resultados en lanzamiento del disco o de la barra, ahí está Usano. Si hablamos de congresos universitarios asociados a la medicina deportiva o a la educación física de nuevo Manuel Usano está presente. Si fijamos la atención sobre la travesía a nado al Puerto de València o un partido de fútbol universitario nos encontraremos con él. El rugby y el atletismo fueron los dos deportes en los que más destacó. Con el equipo de la FUE se proclamó subcampeón de España de rugby.

Nació en Ávila y falleció en Madrid tras un largo periodo de tiempo ausente de España marcado por el exilio, primero en Francia, luego en Colombia y finalmente en Estados Unidos. Usano estudió el bachillerato en València en el instituto y en 1926 ingresó en la Facultad de Medicina de València. Se licenció en 1932, y ese mismo año se graduó como profesor de Educación Física en Madrid. Estudió Fisiología del deporte en 1933 en Alemania donde obtuvo el título de profesor de medicina deportiva. Fue delegado oficial de España en el Primer congreso internacional de Medicina del Deporte. Entre 1933 y 1934 ejerció como profesor en el Instituto Luis Vives de Valencia y dio clases en la facultad de Medicina. Durante la Guerra Civil trabajó como médico al servicio de la República. Tras pasar la frontera en 1939 se estableció en Tolouse y dio clases en el Instituto de Educación Física de la universidad de esta ciudad donde se habían refugiado miles de españoles. Allí coincidió con Darío Marco, otro gran deportista de la FUE.

Atletismo, rugby, hockey

Manuel Usano estableció nuevos récords universitarios y absolutos en lanzamiento de disco y en los relevos de 4 x100. Compitió en pentatlón con la gran figura atlética del momento: José Catalina Llorens, conocido como Pepe Lacomba. Usano era un hombre divertido, comprometido, con una formación excelente y con un sentido claro de lo que la medicina y el deporte puede hacer por el individuo y la sociedad. Creyó siempre en la superación personal, en la persona como sujeto de la historia.

Adjuntamos un texto de Usano publicado en Las Provincias que estimamos puede contribuir a conocer su personalidad. Ha sido descalificado a perpetuidad por la federación de hockey, y esta es su respuesta.

Al comité levantino de hockey

«Me ha causado gran extrañeza su nota, en la que me descalifican a perpetuidad como jugador, árbitro y directivo, pues ignoraba que mi persona podría llegar a ocupar a ese comité.

Solo he de hacer costar que tenía entendido que las más elementales normas de justicia y delicadeza obliga a escuchar previamente al acusado o, por lo menos, y esto es el mínimum que se podía pedir, notificarle el acuerdo antes de darlo a la prensa.

Y si así se hace que la sinceridad dicta la causa de la sanción, que se explique si calumniar es recurrir ante la F. Nacional, de un acuerdo que toma una entidad no constituida legalmente, sobre otra que desde su fundación está dentro de la ley. Y que al mismo tiempo se diga por qué el Medicina y el Universitary han desaparecido del hockey valenciano.

Y ya que tan partidarios se muestran de la publicidad, espero de ustedes publiquen la carta que elevé a la F. Nacional, para que la afición sea la que juzgue, procedimiento que yo no emplee en un principio, para no lesionar los intereses del hockey, al ser conocida por el público la forma que ese comité hace justicia.

Y, desde luego, advertimos que la F. Nacional conocerá el asunto y resolverá.

Y, últimamente, es muy extraño en la ecuanimidad de ese comité, la involucración en mi descalificación, de mis compañeros Martínez y Giner, que nunca han pertenecido a la dirección deportiva de la F.U.E., y en los que tal vez la única culpa que ve ese comité, sea la de haber laborado continua y desinteresadamente por el hockey valenciano.

A su disposición como jugador, como árbitro y como directivo».

Colombia y Nueva York

Afortunadamente sobre Manuel Usano existe una gran cantidad de información, en especial de su estancia en Colombia donde residió una vez conseguido de las autoridades francesa el visado para salir de Francia en 1940. En Colombia su labor en el desarrollo del deporte ha sido muy bien valorada por los estudiosos del ejercicio físico. En 1941 fue nombrado director de Educación Física y Deportes de la escuela militar de Cadetes y en 1946 fue el director técnico de los V Juegos Centroamericanos y del Caribe. En 1953 se estableció en Nueva York.

Madrid y Dénia

En 1962 llegó a Madrid con el pasaporte estadounidense. A partir de ese momento viajó por Europa trabajando para un laboratorio estadounidense relacionado con el mundo de los medicamentos. Años más tarde, a principios de los 70, se encontró con Pepe Lacomba y reanudaron su amistad. La familia en buena situación social pasaba los veranos en Dénia, pero antes la visita a València era obligatoria y acudía a cenas y comidas donde departía con los Sancho, Collado, Marín, Bonet, Agulló o Martínez, Bartrina, entres otros.

Campeonatos universitarios

Un aspecto poco conocido de su trayectoria deportiva y su trabajo en la Universidad de València es el hecho de haber sido el hombre que coordinó los primeros campeonatos universitarios en deportes como el atletismo, el hockey, fútbol y el rugby. Estamos en presencia de una de las personalidades más importantes en el ámbito deportivo en el primer tercio del siglo XX en la Universitat de València. Contamos con fuentes excelentes para reconstruir las aportaciones de Usano y su labor en pro del deporte. Por una parte los testimonios de sus dos hojas, y por otra el conocimiento personal que pudimos compartir en actos y homenajes. Un legado que estimamos esencial a la hora de la recuperación de la memoria histórica en el campo del deporte

Las palabras de sus hijas

«Los primeros recuerdos que tenemos sobre la vida de nuestro padre son de Yonkers, un pueblo en Nueva York al norte de Manhattan, situado a la orilla del río Hudson, a donde fuimos desde Colombia en el año 1953, y donde vivíamos. Un lugar bien comunicado para mi padre que trabajaba en la calle 42 de Nueva York. Mi padre siempre estaba de viaje. Ya de mayor supe que era un médico muy importante y que trabajaba en una gran farmacéutica, Pfizer, de Associate Medical Director», recuerdan Mireya y Maribel. Su trabajo consistía en coordinar todos los estudios clínicos de un nuevo medicamento, la Terramicina, descubierto y desarrollado por el laboratorio Pfizer, y formar a los visitadores médicos de toda Hispanoamérica. No tenía demasiado tiempo para su gran pasión, el deporte. Cuando disponía de vacaciones o días libres practicaba los que más le gustaban: el esquí, la natación y el senderismo. Otra afición, no muy conocida eran los toros. El decía que le habría gustado ser torero. En Estados Unidos lo tenía difícil, pero en alguna ocasión en Colombia y Méjico, con otros amigos españoles hicieron sus espectáculos. Le gustaba mucho Nueva York, pero siempre añoraba España. Quería volver ya que mí madre y él tenían aquí su familia.

Durante muchos años no pudo pisar suelo español y para ver a su madre y hermanos quedaron varias veces al sur de Francia. En los años sesenta, el laboratorio decidió montar fábricas en Europa y le ofrecieron la oportunidad de venir a España, como Director Médico en Madrid. En el año 1962, y con nacionalidad estadounidense lo cual nos proporcionaba cierta seguridad en esos años que seguía la dictadura de Franco, nos trasladamos toda la familia a Madrid.

En España su trabajo era mas relajado, los viajes más cortos al ser por Europa, y tenía más tiempo para reencontrarse con sus amigos. Tuvo muchos reconocimientos tanto profesionales como de su labor deportiva durante su juventud.

Siguió practicando el deporte: esquí, gimnasia (cada mañana) y natación (casi todos los días). Y asistía a todos los partidos de Rugby que podía especialmente cuando jugaba el Valencia en Madrid. Ya jubilado, en el año 1976, aprendió a navegar a vela, sacó su título de Patrón de Yate y se compró un barquito velero. Salía al mar a navegar por aguas de Dénia con sus nietos, desde muy pequeños inculcándoles la afición al deporte. A los 78 años, tres semanas después de haber vuelto de esquiar en los Pirineos, murió nadando en una piscina pública de Madrid. A lo largo de nuestra juventud y sobre todo a la vuelta a España en que la sociedad era mucho más rígida, nuestro padre destacaba porque tenía ideas muy progresistas para la época (nudismo, libertades individuales, política). Era muy vital y sociable, amoldándose y adaptándose a las diferentes circunstancias y situaciones.

Después de fallecer, se donó a la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte-INEF de la Universidad Politécnica de Madrid numeroso material deportivo, libros y documentación que tenía relativa al deporte y ahora forma parte del museo de objetos del deporte de dicha facultad.

Homenaje a Usano y Mtínez. Iborra

Una de vez establecido en Madrid, Usano viajó a Valencia. Se reunió con sus amigos de la FUE. Pepe Bonet fue el anfitrión, precisamente en la clínica dental que tenía. Estamos en 1965. A partir de ese momento los viajes a Valencia de Usano se intensifican. Su pasión por el mar le lleva en la década de los 70 a pasar sus vacaciones en Denia. La muerte del dictador propició un momento decisivo para los componentes de la FUE quienes decidieron rendir un homenaje a sus deportistas. El 14 de noviembre de 1980 en el restaurante de Las Arenas la FUE homenajeó a dos médicos que además había sido excelentes deportistas: Manuel Usano y Manuel Martínez Iborra. Más de 200 fuistas asistieron al acto, muchos de ellos venidos de fuera. Fue un momento muy especial en el que se rememoran los años de la República, la Universitat y el devenir de sus trayectoria profesionales. Juan Marín y Víctor Agulló fueron los encargados de coordinar este homenaje. En el momento de los parlamentos Usano habló de los días de lucha y esperanza que habían vivido los allí presentes y de la pasión por volver a su tierra desde el lejano exilio, de su fe en el futuro. El acto cargado de emotividad fue probablemente un momento excepcional para muchos fuistas. Martínez Iborra, que había sido presidente de la Unión Federal de Estudiantes Hispanoamericanos, planteó la necesidad de llegar a soluciones prácticas que puedan llevar el histórico mensaje de la FUE al corazón de la juventud actual, en unos momentos de incertidumbre.

Hemos querido homenajear a estos dos excepcionales personajes que unieron deporte con salud y con los valores democráticos.

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