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Entrevista

Silvia Navarro: "Mis entrenadores sabían que no era alta y potenciaron otras cosas, me pusieron las piernas fuertes"

«Un balonazo puede ser duro, pero son peores los codazos que reciben mis compañeras cuando defienden», señala

Silvia Navarro: "Mis entrenadores sabían que no era alta y potenciaron otras cosas, me pusieron las piernas fuertes"

P «Las Guerreras» se jugaban el pase al Mundial de Alemania y apareció Silvia Navarro...

R ¡Qué va! Fue un trabajo colectivo. Si la portería funciona es porque tenemos una gran defensa. La defensa de la selección nos deja a las porteras más de la mitad del trabajo hecho.

P ¿Cuál es el objetivo de la selección en el próximo Mundial?

R Intentar hacer un papel bueno. Hemos conseguido el pase, hemos hechos los deberes antes de las vacaciones. Ahora hay que analizar el partido ante Ucrania y preparar bien el Mundial. El seleccionador, Carlos Viver, lo está haciendo de la mejor manera posible. Nos está inculcando lo que piensa. Él cree en el bloque, que es lo principal.

P ¿A «Las Guerreras» les falta una medalla de oro para coronarse definitivamente?

R Sería lo máximo, pero vamos a ir despacito, con los pies en el suelo. Tenemos hasta diciembre para preparar el Mundial. Lo principal era lograr el pase.

P Con su rendimiento actual... ¿Se ve en los Juegos de Tokio 2020?

R Lo veo tan a largo plazo... Tendrían que darse muchas circunstancias. Lo principal es que el seleccionador cuente conmigo y que me encuentre bien físicamente. De momento, me encuentro bien, pero debe haber una llamada del seleccionador. Si no está Silvia Navarro está Darly o Ana Temprano o Carrera. Hay un montón de porteras que lo harán perfectamente.

P ¿Ha pensado en la retirada?

R Tengo 38 años y esto del deporte se acaba. Estamos tocando nuestro fin, como dice alguna compañera del equipo. He de reconocer que soy una «friki» del balonmano, que me corre por las venas, pero no puedo alargar mucho mi carrera deportiva. Hay un reloj generacional y las jóvenes tienen que dar la cara. Nos hacemos mayores.

P ¿Cómo llega una chica de València a ser la portera olímpica y mundialista de España?

R Le debo muchísimo a mis padres. Empecé en el colegio público Comunitat Valenciana con 8 años y mi madre le puso mucho empeño. Tuve un periodo en el que salía con mis amigas y le decía que no tenía tiempo para quedar con ellas ni hacer nada por el balonmano. Ahora le doy las gracias porque soy lo que soy por ella.

P ¿Cuándo recibió la llamada de la portería?

R Estaba en el colegio y al mes mi entrenador me llevó a hacer una prueba con El Osito de Cristina Mayo. Me pusieron de jugadora y luego de portera. Me sentí tan cómoda entre los tres palitos que dije que de allí no me movía.

P ¿Es duro ser portera?

R Es complicado. Soy una portera atípica. Mido 1,69 metros y las porteras suelen ser enormes. Eso conlleva dificultades. No daba la talla, y debo agradecer el trabajo de mis entrenadores, como Cristina Mayo y Andrés Martín. Sabían que no era alta y potenciaron otras cosas, me pusieron las piernas fuertes.

P ¿Cómo ha suplido el hecho de ser la portera con menos altura de la élite europea?

R Con fuerza en las piernas y con una buen defensa. Tácticamente eso nos deja la mitad del trabajo hecho y así da igual que seas alta o baja.

P ¿Las porteras de balonmano no tienen algo de kamikaze?

R Es mejor ser portero, un balonazo puede ser duro, pero son peores los codazos que reciben mis compañeras cuando defienden y pelean en cada jugada. A mí que me dejen en la portería.

P Ha marcado varios goles...

R Alguno he marcado de puerta a puerta, pero ha sido de «chorra». Los lanzamientos de portería a portería dicen que son muy complicados, tienen que darse muchos factores. Aún así, me quedo siempre con hacer una parada en un penalti en un momento decisivo de un partido.

P ¿Un penalti parado es más acierto de la portera o fallo de la lanzadora?

R Es más fallo de la jugadora porque estás vendida en siete metros. Hay estudios de «coaching», pero es más desacierto del que lanza que acierto del que para.

P ¿Quién ha sido su referente?

R Tuve la suerte de coincidir con Svetlana Bogdanova, era una portera rusa de El Osito, una gran jugadora que ha sido mi referencia. Siempre me fijaba en ella, era mi espejo.

P ¿Hay futuro en el balonmano femenino español?

R Soy súper optimista. El trabajo de le Federación y los entrenadores es escandaloso. Hemos superado un periodo de crisis y se está haciendo mucho para enriquecer el balonmano femenino. Confío en que esto remonte el vuelo.

P Usted tuvo que irse a un equipo de Rumanía por la crisis...

R El club en el que estaba, el Itxako, se fue al traste. Estábamos medio obligadas a salir, aunque me vino bien para salir fuera y vivir la experiencia de estar un año fuera de mi país. Estuve con una compañera que me facilitó mucho la estancia allí. Al final, por motivos personales decidí volver a España. No me arrepiento para nada de la experiencia.

P El Canyamelar Valencia apenas tiene recursos para jugar la Copa de la Reina y el Balonmano Castellón acaba de ascender a División de Honor. ¿Cómo evalúa la situación actual del balonmano femenino valenciano?

R Estamos en contacto y hablo con ellas. Es una pena. Son equipos que han sido referentes en la Comunitat Valenciana, donde siempre ha sido muy potente el balonmano femenino. Es una lástima. Antes estaba El Osito, el Ferrobús, el Elda... La gente se volcaba en esos partidos. Se me están poniendo los pelos de punta solo de recordarlo. Se ha perdido eso y la Comunitat Valenciana necesita volver a esos tiempos.

P ¿Cierra la puerta a volver a jugar en València?

R Todo se puede andar. Soy realista, tengo un niño pequeño de cuatro años en Gran Canaria y ahora en mi cabeza está él y el balonmano. Sólo me preocupa eso, así que no sé qué puede pasar en el futuro.

P ¿Cuál es el reto más inminente que se ha marcado?

R De cara a la temporada que viene me gustaría hacer una buena temporada con mi club, el Rocasa Gran Canaria, para intentar ganar algún título y luchar hasta el final por los máximos títulos posibles. Si me llama el seleccionador, Carlos Viver, intentaré dar la mejor versión de cara a un futuro.

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