El Valencia espera oficializar en las próximas horas el fichaje del guardameta Norberto Murara «Neto» por un montante de 7,5 millones. El director general, Mateu Alemany, se desplazó ayer a Milán para cerrar un acuerdo con la Juventus.

Esta mañana, el jugador ha volado a Valencia para ultimar su fichaje y ha llegado al aeropuerto de Manises pasadas las 12:30 horas, en un vuelo procedente de Milán, junto a Mateu Alemany. Posteriormente se ha dirigido a la Universidad Católica de Valencia para pasar el reconocimiento médico.

El guardameta brasileño se ha limitado a indicar que estaba satisfecho por la oportunidad de poder fichar por el club valenciano.

El club de Mestalla ha contado con un importante aval, como es la voluntad incondicional del portero brasileño, de 27 años, de recalar en el equipo de Marcelino García Toral, que espera con ansia su incorporación. El posicionamiento férreo del futbolista es el que ha frenado la tentación de la Juve de aceptar otras ofertas, económicamente más superiores. Un millón era la cifra que ayer separaba el acuerdo final. De los 7 que ha llegado a ofertar el Valencia (5 más 2 en variables de fácil cumplimiento) a los 8 que exigían los piamonteses.

La operación está encarrilada a un entendimiento. Neto quiere en Mestalla los minutos que no ha gozado en Turín a la sombra de Gianluigi Buffon, mientras que la Juventus tiene ya elegido a su sustituto, Wojciech Szczesny. El meta polaco, cedido por el Arsenal a la Roma, recalaría como futuro heredero de Buffon.

Una posibilidad que, a su vez, convierte en viable otra opción, que Diego Alves pueda recalar en la Roma. La llegada de Neto a Mestalla comporta, inexcusablemente, la salida de Alves. De hecho, son operaciones que dependen entre sí. El Valencia aceleraba ayer la salida de Alves para poder contar con mayor disponibilidad financiera y, así, aumentar la propuesta para traer a Neto. Alemany esperaba contar con ofertas de la Premier League, el campeonato con mayor liquidez del contentinente, para poder sellar un traspaso rápido.

Alves, sin resistencia

A diferencia de veranos pasados, en esta ocasión no parece que la salida de Alves vaya a perpetuarse. En la última pretemporada, el deseo del portero fue el de quedarse en el Valencia al no haber ningún destino que satisfaciera sus objetivos deportivos. Por orden del club, Pako Ayestarán lo mantuvo en la suplencia en casi todos los partidos amistosos y en el inicio de la Liga. Mat Ryan era el guardameta titular y jugó los dos primeros partidos de Liga hasta que se cerró, sin novedades, el mercado de fichajes. A partir de ese instante, superada la tensa cohabitación estival, Alves recuperó la portería.

En esta ocasión, sin embargo, el guardameta carioca es el que asume que su ciclo en el Valencia ha acabado. Y así lo ha declarado en público a medios brasileños. No solo desde el punto de vista deportivo -el curso pasado aumentó su leyenda como parapenaltis-, sino también por el nivel de erosión en su relación con la grada, que quedó muy tocada tras el segundo año de crisis, lejos de los objetivos mínimos.

El Valencia espera recibir por Alves una cifra entre los 3 y los 5 millones, pero, además, se desharía de una de las fichas más altas de la plantilla. La posición del guardameta es esencial para Marcelino. Tanto que a pesar de ser la demarcación más poblada y con garantías (Alves, Ryan, Jaume, Sivera) ha pedido incorporar a un portero de su máxima confianza.