Las obras de nuevo campo de Mestalla dieron comienzo hace diez años, el 1 de agosto de 2007, y aunque el armazón de futuro campo del Valencia ya se ha integrado en el paisaje urbano de la ciudad, su conclusión no aparece en el calendario de actuaciones prioritarias para la entidad.

Las obras, paralizadas desde 2009, dieron comienzo unos meses después de la presentación pública del proyecto en un acto pomposo que tuvo lugar en noviembre de 2006.

La iniciativa fue el objetivo central de Juan Soler en su etapa como presidente del Valencia y estuvo respaldada tanto por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, como por la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá.

El proyecto contemplaba un estadio para 75.000 espectadores con dotaciones comerciales y buenos accesos, aunque si un día se llega a concluir la obra definitiva poco tendrá que ver con la que se empezó a construir hace una década.

El 25 de febrero de 2009, menos de dos años después del inicio de la obras en el solar de la avenida de las Cortes Valencianas, la actividad se paró con Vicente Soriano como presidente del club.

La estructura del nuevo campo ya estaba levantada, pero la falta de liquidez del club para continuar con el proyecto provocó una situación incapacidad para afrontar el resto del proyecto que no se ha resuelto en los último ocho años.

Tras Soler y Soriano, el club ha sido dirigido por presidentes como Manuel Llorente, Amadeo Salvo, Layhoon Chan y el actual, Anil Murthy.

Estos seis mandatarios siempre han expresado su convencimiento en la necesidad de concluir el estadio, pero en la práctica este asunto no ha sido prioritario para ninguno de ellos como consecuencia, fundamentalmente, de las exigencias económicas que implicaban la finalización del nuevo recinto valencianista.

El proyecto se modificó en varias ocasiones con criterios de funcionabilidad y adaptabilidad e incluso su aforo se redujo a 60.000 localidades, una cifra muy superior a la del actual campo de Mestalla, que con poco más de 50.000 asientos casi nunca está lleno en los partidos del club.

Tras la iniciativa de Soler y el parón en la etapa de Soriano, con Manuel Llorente como presidente del club (2009-2013), el proyecto sufrió sustanciales variaciones en edificabilidad y diseño.

En su día, Mark Fenwick, responsable del diseño original, recordó que ya se habían gastado 98 millones de euros. En aquellos momentos se estimó que la cantidad necesaria para completar el campo iba a rondar los 150 millones.

Durante su etapa presidencial entre 2013 y 2014, Amadeo Salvo (2013-2014) anunció que en el momento en el que se retomara la obra, iban a ser necesarios dieciocho meses de trabajo para concluirlas.

A su vez, transmitió el mensaje de que el nuevo estadio del club era fundamental como herramienta para resolver los problemas económicos de la entidad.

El 24 de octubre de 2014, Peter Lim, máximo accionista del club en la actualidad, llegó al Valencia y Layhoon Chan, entonces su asesora y futura presidenta de la entidad, anunció que el estadio estaría acabado antes de marzo de 2019, fecha del centenario de la fundación del club en 1919.

Además, una de las primeras apariciones de Peter Lim en Valencia fue la visita a las obras que en aquel momento llevaban cinco años paralizadas.

Ya en 2015, Salvo, presidente ejecutivo en aquel momento, señaló que se iba a rediseñar el proyecto porque el original, que ya tenía diez años, no se ajustaba a las necesidades del Valencia y que ello llevaría algunos meses.

En 2016, Layhoon Chan, presidenta del club entre 2014 y 2017, afirmó que tras la estabilidad económica conseguida iba a buscar la de carácter deportivo y que "el tercer paso será el nuevo estadio", aunque descartó en la junta de accionistas del mes de noviembre que las obras fueran a estar concluidas para el centenario.

También recordó que el deterioro de la obra parada desde 2009 había obligado a la entidad a realizar un desembolso de veintinueve millones de euros.

El club está presidido desde el 1 de julio por Anil Murthy, quien al acceder al cargo hizo una declaración institucional en la que no aludió al futuro del nuevo campo del Valencia, un club con una afición entre la que cada vez se respira más la preferencia por quedarse en el viejo campo de la avenida de Suecia.